'El graduado' cumple 50 años de haberse estrenado

No, no estamos hablando de las experiencias tardías de un fósil de la UNAM, sino de la cinta que lanzó a Dustin Hoffman a la fama y que está entre las mejores de todos los tiempos.

Era el 22 de diciembre de 1967 y en Los Ángeles se estrenaba El graduado, la cinta del director Mike Nichols producida por Embassy Pictures y distribuida por United Artists, ambas compañías a las que les gustaba arriesgarlo todo. Nichols quería utilizar canciones populares que sirvieran para establecer el mood de las escenas, sin importar que la letra no tuviera nada que ver. Así eligió las canciones de Simon&Garfunkel, entre las que destacan The Sound of Silence, Scarborough Fair y por supuesto Mrs. Robinson, aunque de esta última nadie termina de ponerse de acuerdo si fue o no escrita especialmente para el filme. El guion fue una adaptación del libro homónimo de Charles Webb, y el contenido de la trama se discutía entre susurros en las salas de la gente decente y conservadora, porque para la época, el tema era bastante escandaloso.

El graduado cuenta la historia de un niño rico californiano, que después de graduarse de College regresa a la mansión de sus padres en Pasadena. Benjamin (Dustin Hoffman) tiene 21 años y carga con todas las expectativas de sus padres sobre los hombros, aunque él no tiene idea de lo que quiere hacer con su vida. En su fiesta de bienvenida, conoce a la Sra. Robinson (Anne Banckroft) la esposa del socio de su padre, quien le pide a que la lleve a su casa. Este encuentro será el primero de varios en los que la Sra. Robinson pone todo de su parte, hasta que logra seducir a Benjamin. El romance eventualmente termina, pero entonces el inseguro y confundido graduado se enamora de Elaine (Katharine Ross), la hija de su ex-amante.

Pero El graduado es mucho más que lo que uno puede contar en una sinópsis y esta premisa, (que puesta en malas manos podría ser argumento para un episodio de La rosa de Guadalupe), esconde un subtexto mucho más profundo que cuestiona a toda la estructura social de la época: el enfrentamiento generacional entre padres e hijos, el rompimiento de los Baby Boomers con lo establecido, los patrones sociales limitantes y hasta el papel sumiso de las mujeres que echaban su vida por la borda con tal de tener quien las mantuviera. De ahí la permanencia y relevancia de este filme que ocupa el lugar 17 en la lista de ‘Las mejores películas de todos los tiempos’ del American Film Institute.

Aunque El graduado sigue vigente, 50 años no pasan en balde: hoy ser una Cougar no está tan mal visto y difícilmente podríamos pensar que un Millenial sea tan inocente como para que pregunte asustado: “Mrs. Robinson, you’re trying to seduce me! Aren’t you?“

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