Si el argumento de I, Tonya no estuviera basado en hechos reales, sería una película cursi y predecible. A principios de los 90 Tonya Harding y Nancy Kerrigan protagonizaron uno de los dramas más sonados en la historia del patinaje artístico. Norteamericanas las dos, fueron rivales desde chiquitas y antagonistas de novela. Nancy era alta, delgada y elegante, una niña bien gringa. Tonya, exactamente lo contrario: chiquita pero maciza, vulgar, corriente y majadera. Nancy era etérea y Tonya explosiva, pero ambas patinaban divinamente. Nancy fue campeona olímpica y Tonya la primera mujer en lograr un 'triple axel' en una competencia internacional, pero ninguna es recordada por eso.
Durante el campeonato nacional de patinaje artístico de 1994, tan sólo unas semanas antes de los Juegos Olímpicos de Invierno en Lillehammer, Nancy fue atacada por alguien justo después de abandonar la pista de hielo. La herida en la rodilla le impidió continuar en la competencia y Tonya ganó los nacionales (ver video abajo). Pero Nancy logró recuperarse para llegar a las Olimpiadas y ganó una medalla de plata, mientras que Tonya perdió la compostura y terminó en octavo lugar. Al poco tiempo se descubrió que el responsable del ataque había sido su guardaespaldas y que ella y su exmarido estaban detrás de todo el numerito.
Esta es la historia que recrea el director Craig Gillespie en I, Tonya, como un falso documental y con mucho humor negro, para contarnos la versión de Harding. El guion de Steven Rogers esta basado en dos entrevistas que el autor tuvo con la patinadora y su exmarido, quien la golpeaba salvajemente, igual que lo había hecho su madre cuando era niña.
Margot Robbie interpreta magistralmente a Tonya para dejar muy en claro que es mucho más que una rubia espectacular. Incluso aprendió rutinas de patinaje y fue entrenada, junto a sus dobles, por la coreógrafa Sarah Kawahara, para poder recrear, con la ayuda de movimientos de cámara y CGI, las piruetas de Tonya sobre el hielo. I, Tonya es un biopic que parece una comedia de ficción y Margot Robbie nunca ha estado mejor.