Otra técnica que se utilizó a la par que el stop-motion, menos popular entre el público, aunque más entre los productores, fue la de "maquillar" reptiles, camaleones casi siempre, para que parecieran monstruos prehistóricos.
Naturalmente, en los años 50 y 60 era una opción mucho más barata que el stop-motion si se quería llevar dinosautrios a la pantalla. Incluso los mismos O'Brien y Harryhausen tuvieron que utilizarla en varias ocasiones.
Simplemente, O'Brien supervisó a las "estrellas reptiles" en el remake de 1960 de The Lost Word. Con los derechos animales en boga, suponemos que esa técnica sería actualmente impensable de utilizar.