Los cuentos de hadas no son tan lejanos como pensabas. Hemos visto periodistas conviertiéndose en reinas y latinas sumándose a la realeza europea. Pero ahora la historia de Grace Kelly se repite con la actriz Meghan Markle, quien se convertirá en la esposa del príncipe Enrique de Gales, mejor conocido como Harry.
Después de saltar a la fama con la popular serie Suits, la futura esposa del hijo de Lady Di está a punto de renunciar a la vida de estrella de televisión, pues el protocolo real del Reino Unido puede ser un arma de doble filo.
Las alfombras rojas, los autógrafos y hasta la libertad de elegir su propio atuendo han quedado en el olvido, desde ahora Megan tendrá que pagar el precio de formar parte de la familia real.
Grace Kelly, ganadora del premio a Mejor Actriz por The Country Girl, era una de las estrellas del cine estadounidense más grandes en la década de los 50 hasta que decidió renunciar a su carrera para casarse con el príncipe de Mónaco, dejando atrás el término de artista para convertirse en la princesa consorte de Mónaco.
Ahora se repite la historia con Megan, quien después de aparecer en filmes como Bad Bosses y Remember Me, le dirá adiós al glamour de Hollywood para convertirse en toda una royal, pero parece que no la tendrá tan difícil como en su momentos lo tuvo su difunta suegra.