Es cierto, para nada es lo mejor del director coreano de culto Park Chan-wook (Old Boy, Señora Venganza), pero al saber que este mediometraje fue filmado con un iPhone 4 la cosa se pone interesante.
La cinta retrata el transe de un pescador de la vida a la muerte, teniendo que desprenderse de su pequeña hija quien tendrá que ser cuidada por su abuela. Es un conjunto de imágenes oníricas y ritualistas que a través de la música, la calidad media de imagen, el barrido lento, provoca sentirse en un sueño. Pronto uno se mete al mundo del director para olvidar que esta cinta está hecha con un teléfono que se empezó a vender en 2010.
La cinta reporta $130 mil dólares de costo, aunque parte de ese presupuesto se fue en la actuación de la estrella de k-pop Lee Jung-hyun y en aumentar la magia y saturación de colores en la postproducción. Repetimos, no es lo mejor del director pero es muy interesante para estos menesteres.