La nueva película de Guillermo del Toro, La forma del agua, es un cuento de hadas que, a través de la poesía, se acerca a la sexualidad y retrata una peculiar historia de amor entre una mujer muda y un monstruo.
“Si esta película se hubiera contado en la década de los 50, el villano hubiera sido el héroe. ¿Quién hubiera visualizado a un monstruo cargando a una mujer herida como una imagen de amor?”, cuenta el director.
Durante su paso por el Festival Internacional de Cine de Morelia, el mexicano confesó que su intención era crear una criatura inhumana sin necesidad de recurrir al suspenso o al terror.
“Nos tardamos tres años en diseñar a nuestro protagonista, porque más allá del maquillaje y los efectos especiales, queríamos construir un personaje inocente, triste, repleto de temor y rabia”, dijo del Toro. “No queríamos darle apariciones esporádicas para sorprender al espectador, queríamos que estuviera siempre en escena, que impresionara por las circunstancias que lo rodean y no por su apariencia”.
La prioridad del director era hablar de la tolerancia, retratar las injusticas que atraviesan las minorías y hacer énfasis en el valor del tiempo.
“Aunque la línea narrativa ocurre en 1962, el anhelo de abundancia y poder, la brutalidad racial, la poca fe en la naturaleza y las diferencias de género, son conflictos que todavía enfrentamos”, añadió. “La película habla sobre el tiempo, retrata la obsesión que existe por el futuro y la poca atención que se le pone al presente”.
De acuerdo con del Toro, todas sus películas son un reflejo de su personalidad, siendo esta una representación de la etapa que está atravesando como hombre de 52 años.
“Cuando escribí mis otras películas salía a relucir mi niño interior. Pero ahora habló el adulto que soy ahora”, dijo el cineasta. “Para algunos mi carrera puede tener coherencia y para otros no. Para muchos mis películas pueden ser buenas o malas. Pero para mí son mi vida, mi biografía”.
De acuerdo con del Toro, este filme tiene su propia identidad, pues no le interesa contar historias para complacer a la crítica o la taquilla. “Soy un gordo raro que hace películas raras, las cuales a veces conectan y otras no. Pero sigo haciendo las cosas que yo quiero, no le pido permiso a nadie”.
El filme, protagonizado por Sally Hawkins, Michael Shannon, Octavia Spencer y Richard Jenkins, está programado para llegar a la pantalla grande en enero del 2018.