Después de la muerte del productor de The Sopranos, Brad Grey, se dio a conocer que en su despacho privado había una fotografía del ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, abriendo una maleta mientras viajaba en un avión, la cual contenía nada más y nada menos que una copia del episodio final de la serie.
El último capítulo se transmitió el 10 de junio de 2007, pero Gore tenía un compromiso internacional que le era imposible posponer, así que su gran amigo Grey le mandó una copia a su aeronave con la condición de que fuera transportado como secreto de Estado.
El ex mandatario era gran fan de la historia protagonizada por James Gandolfini y cuando abrió dicho paquete no pudo disimular la emoción que le provocó tener en sus manos el final de temporada antes que nadie, por lo que dicha reacción fue capturada y luego enmarcada por el mismo Grey.