La tercera temporada de Club de Cuervos es considerada por los fans como la mejor de las tres debido a que, más allá de la eterna rivalidad entre Chava e Isabel Iglesias, la línea narrativa es una burla al gobierno mexicano.
Ustedes se preguntarán: ¿Qué tiene que ver la política con el futbol? Y la respuesta es TODO. A través de sátiras, cada capítulo demuestra lo patéticos que pueden llegar a ser los sistemas gubernamentales y los candidatos de cada partido.
Chava, después de llevar al fracaso a los Cuervos, decide postularse para gobernador de Nuevo Toledo, así que el chiste se cuenta solo porque a lo largo de la historia hemos visto a varias figuras deportivas postulándose como senadores y diputados.
“En la primera temporada vimos lo que pasaba detrás de la cancha y la segunda fue más obscura, pero la tercera retrata todo lo absurdo de las comitivas políticas y el universo de los partidos”, dijo Luis Gerardo Méndez para Publímetro.