Cuando hablamos de películas memorables, muchas veces sólo recordamos actuaciones como las de Anthony Hopkins en El silencio de los inocentes, los efectos especiales de Jurassic Park o los vestuarios de Titanic. Sin embargo, también está el final, ese momento que nos puede dejar con la boca abierta o llorando, según sea el caso. Y es que los desenlaces tienen el poder de convertir una buena historia en un clásico eterno. Sólo basta pensar en El sexto sentido, El planeta de los simios o La La Land para saber que un giro inesperado puede dejarte en shock total.
Lo cierto es que hay películas tan queridas que su final se siente casi sagrado, incapaz de concebir una forma distinta de terminar esa historia. Pocos imaginan que algunas de las cintas más aclamadas de todos los tiempos pudieron haber finalizado de otra manera. Este es el caso de la historia que muchos consideran la mejor película de todos los tiempos, la cual pudo haber tomado un rumbo distinto al que todos conocen.

Nos referimos nada más y nada menos que a Sueño de fuga, esa película que siempre aparece en los primeros lugares de los rankings de "Mejores cintas de la historia", y que desde su estreno en 1994, se ganó el corazón del público con una poderosa historia sobre esperanza, redención y amistad entre rejas. Lo curioso es que el final de la cinta protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman pudo haber sido otro.

En una entrevista reciente, el director Frank Darabont reveló que existió una versión alternativa del desenlace. ¿Recuerdas ese momento reconfortante en el que Andy y Red se reencuentran en la playa de Zihuatanejo? Originalmente, ese reencuentro no iba a mostrarse en pantalla.
La idea inicial era que la película terminara con Red subido al autobús, en camino hacia la costa, dando un cierre más abierto, con un aire más poético, y dejando al espectador con la esperanza de la posibilidad de que los amigos se reunieran. Sin embargo, el estudio y Darabont decidieron que el público necesitaba una recompensa emocional después de tanto sufrimiento y suspenso. Así fue que se filmó el reencuentro que todos conocemos y amamos.

La escena final, bajo el sol radiante y en medio del mar azul, no sólo hizo que la historia diera ese cierre emotivo, sino que ofrece una liberación emocional que muchos consideran perfecta. Pero imaginar la historia sin ese abrazo en la playa nos hace pensar qué otras imágenes habrían podido ser igual de impactantes.
Otro dato curioso es que Sueño de fuga no fue un éxito instantáneo en taquilla. Su popularidad creció con el tiempo, las transmisiones televisivas y la llegada de las plataformas digitales que permitieron que nuevas generaciones la descubrieran. Hoy en día, sigue siendo una referencia sobre lo que es cine de calidad.