Netflix continúa apostando por las producciones cargadas de tensión y crítica social, sin dejar de lado la intensidad y el drama tanto carnal como pasional y emocional. Por lo tanto, Anatomía de un Escándalo es prueba de ello y bajo la dirección de S. J. Clarkson -con Melissa James Gibson y David E. Kelley- ofrece una mirada intensa y provocadora al mundo político británico, donde la apariencia y el poder pueden ocultar verdades sumamente perturbadoras.

La historia gira en torno a Sophie Whitehouse, interpretada por Sienna Miller, que es una mujer que parece tenerlo todo: es la esposa de un carismático y poderoso político, James Whitehouse (Rupert Friend), y vive una vida de privilegio, elegancia y comodidad. Pero todo su mundo empieza a desmoronarse cuando su esposo es acusado de un crimen escandaloso que pone en tela de juicio no solo su integridad, sino la de toda su familia.
El escándalo toma un giro más oscuro cuando entra en escena Kate Woodcroft (Michelle Dockery), una fiscal implacable decidida a revelar la verdad detrás de los muros del Parlamento y las apariencias. Lo que sigue es una batalla judicial y emocional que desafía los límites de la confianza, el consentimiento, el amor y la justicia.

Con una estética elegante, una narrativa cargada de giros inesperados y un trasfondo social que invita a la reflexión, Anatomía de un Escándalo se convierte en una serie imprescindible para quienes disfrutan de los dramas psicológicos con tintes legales. Un retrato inquietante del costo real de los secretos y del poder mal ejercido.