Cuando alguien menciona Rápidos y Furiosos, automáticamente pensamos en autos volando por los aires, carreras ilegales en escenarios cada vez más complejos y, por supuesto, Dom Toretto y su lema favorito: "la familia lo es todo". Para los fans, Vin Diesel y la franquicia son inseparables, algo como Harry Potter y Daniel Radcliffe, o Matrix y Keanu Reeves.
Desde el debut de la saga en 2001, Vin ha sido el motor emocional de la historia. A su lado han desfilado estrellas como Michelle Rodriguez, Dwayne Johnson, Jason Statham, Tyrese Gibson, Charlize Theron, y hasta Gal Gadot. Pero lo que muchos no recuerdan es que Vin Diesel estuvo ausente en una de las entregas principales: Rápidos y Furiosos 2.

Hoy una película de Rápidos y Furiosos sin Dom Toretto suena raro, sin embargo, así ocurrió. Cualquiera podría pensar que la ausencia del actor se debió a problemas de agenda, diferencias salariales o alguna pelea con los productores sobre el desarrollo de la historia y los personajes, pero la verdad es que la razón fue más simple: Vin Diesel simplemente no quería que existiera una secuela.

Después del éxito inesperado de la primera cinta, que costó solo 38 millones de dólares y recaudó más de 205 millones en taquilla mundial, Universal Studios estaban listos para más velocidad en una segunda entrega. Pero en su momento, Vin tenía sus reservas sobre si podía repetirse el mismo impacto y si su presencia era necesaria para contar más sobre la historia.
Fue una entrevista con la revista #Legend, que el actor recordó con claridad su visión en ese entonces. "Después de hacer la primera película, estaba en una cena en Londres con los jefes del estudio. Dijeron: 'Tenemos que hacer esto de nuevo' y yo respondí: 'No pueden hacer eso. Por favor, deténganse'", fueron las palabras que intercambió el también actor de Una niñera a prueba de balas con los ejecutivos del proyecto.

Vin Diesel explicó que sentía que ya había contado todo lo que quería contar con Dom. El actor creía que la historia ya había cerrado bien, que no había necesidad de seguir exprimiendo la franquicia, al menos con Toretto. Sin Diesel, Rápidos y Furiosos 2 se convirtió en una historia completamente distinta, con Paul Walker tomando el volante en solitario, acompañado por Tyrese Gibson y Eva Mendes.
Aunque se había despedido de Toretto, Diesel regresó en 2006 con un cameo sorpresa en Rápidos y Furiosos: Reto Tokio. El motivo no fue simplemente por amor al arte, sino que aceptó aparecer con una sola condición: que Universal le ayudara a revivir su otra franquicia favorita, Riddick. Con ese pequeño truco, Diesel garantizó que Las crónicas de Riddick, además de volver de lleno a la saga desde Rápidos y Furiosos 4.