Con una narrativa audaz, un uso elocuente del plano secuencia y una narrativa centrada en Jaime Miller (Owen Cooper), un adolescente de 13 años arrestado por cometer un asesinato, la serie Adolescencia, disponible en Netflix, se ha convertido rápidamente en una de las producciones más comentadas del momento. Y uno de los puntos más destacados del elenco es Stephen Graham, quien interpreta al padre de Jamie.
Pero evidentemente este no es el primer gran trabajo de Graham. El actor inglés es reconocido por su intensidad interpretativa y ha participado en grandes producciones del cine contemporáneo, como El Irlandés de Martin Scorsese, This Is England y Rocketman. Sin embargo, su carrera comenzó con una película que celebra 25 años y que marcó un antes y un después en su trayectoria.

De las peleas clandestinas al drama juvenil: el pasado cinematográfico de Stephen Graham
Estrenada en el año 2000, Snatch: Cerdos y diamantes fue dirigida por el británico Guy Ritchie, quien ya había impresionado con su ópera prima Lock, Stock and Two Smoking Barrels. En su segundo largometraje, Ritchie volvía a sumergirse en el mundo del crimen con una mezcla ingeniosa de humor negro, caos narrativo y personajes extravagantes. La película se convirtió en una joya del cine policiaco por su capacidad para subvertir los clichés del género con un estilo frenético e irreverente.
La trama de Snatch gira en torno a un diamante robado por Franky (Benicio Del Toro), quien en su camino hacia Nueva York decide pasar por Londres. Allí es emboscado por Boris, Vinny y Sol, que tienen sus propios planes para hacerse con la piedra preciosa. Paralelamente, Turkish y Tommy, dos promotores de peleas clandestinas interpretados por Jason Statham y Stephen Graham, se ven en problemas cuando su boxeador original es sustituido por Mickey, un gitano indomable encarnado por Brad Pitt.

El personaje de Mickey, con su verborrea incomprensible y su carácter impredecible, se convirtió en uno de los papeles más memorables de Brad Pitt. El actor brilló en un registro totalmente nuevo, dando vida a un luchador callejero con un estilo brutal y carismático. Cada una de sus escenas aportaba al desconcierto y al humor del filme, robándose la atención del público y consolidando a Pitt como un actor camaleónico.
Stephen Graham, por su parte, debutaba en grande como Tommy, un joven delincuente torpe pero leal, que junto a Turkish intentaba abrirse paso en un mundo dominado por mafiosos, boxeadores y matones de toda calaña. Su interpretación aportaba humanidad y comicidad a la historia, y desde entonces, su carrera no dejó de crecer. Snatch fue su primera gran oportunidad en la pantalla grande, y la aprovechó con creces.