La nueva película de carreras de autos F1, está protagonizada por Brad Pitt y además de marcar el regreso del actor a la gran pantalla, ya generó un gran revuelo tras presentar sus primeros 10 minutos en la convención de cine CinemaCon en Las Vegas. Dirigida por Joseph Kosinski y producida por Jerry Bruckheimer -el mismo dúo detrás del éxito de mil millones de dólares Top Gun: Maverick- la cinta promete ser el gran evento cinematográfico del verano.
Y es que las comparaciones con la película protagonizada por Tom Cruise no se hacen esperar. Bruckheimer y Kosinski lo dejaron claro desde el escenario: "Llenamos las salas con mil 500 millones de dólares en 2022. Estamos listos para repetirlo". Esta vez, en lugar de cazas supersónicos, los protagonistas son autos de Fórmula 1, cámaras en pista y mucha adrenalina.

Además con un presupuesto estimado de 300 millones de dólares, F1 se perfila como una de las producciones más costosas en la historia del cine. Las expectativas son altísimas, y las primeras impresiones de medios como Variety y Deadline indican que los primeros minutos de la película son simplemente electrizantes al incluir secuencias de carreras que buscan transmitir la misma intensidad inmersiva que las acrobacias aéreas de Top Gun: Maverick.
La historia arranca con Sonny Hayes (Brad Pitt), como un veterano piloto de Fórmula 1 que aún compite con el alma en Daytona. Tras una espectacular secuencia de maniobras arriesgadas, Sonny gana la carrera y un cheque de apenas cinco mil dólares. Pero a pesar de su gloria, vive una vida modesta en su camioneta, alejado del lujo y la fama.
Sin embargo todo cambia cuando aparece Rubén (interpretado por Javier Bardem), quien es un viejo amigo que tiene un problema mayúsculo: una deuda de 350 millones de dólares y un equipo de F1 al borde del colapso. Así que como Rubén necesita un piloto capaz de llevarlos de vuelta a la cima, y Sonny es su última esperanza, las cosas avanzan por sí solas.

Por otra parte, la cinta promete una combinación explosiva de velocidad, emoción y un meticuloso despilfarro emocional, todo filmado con tecnología de punta para poner al espectador literalmente en el asiento del conductor.
Su estreno está previsto para junio de 2025, dejándonos con la expectativa de ser un lanzamiento global de alto perfil que podría replicar la magia de Top Gun: Maverick en una carrera que nadie querrá perderse.