La franquicia de Un lugar en silencio ha demostrado ser un fenómeno en el cine de terror y ciencia ficción. Todo comenzó en 2018 con la primera entrega, dirigida y coescrita por John Krasinski, quien también protagonizó la historia junto a Emily Blunt, Millicent Simmonds y Noah Jupe. La trama, que sigue a una familia que debe sobrevivir en un mundo invadido por criaturas sensibles al sonido, conquistó al público y la taquilla, recaudando 341 millones de dólares con un presupuesto de sólo 17 millones.
El éxito de la película dio lugar a una franquicia, en la que destaca Un lugar en silencio: Día uno, que se estrenó en cines 2024 y, tras su llegada a Netflix en este 2025, rápidamente se convirtió en un fenómeno. Protagonizada por Lupita Nyong'o, Joseph Quinn y Djimon Hounsou, la película recibió elogios tanto de la crítica como del público. Sin embargo, hay otra película en la plataforma que combina terror y ciencia ficción de manera impactante y que, a diferencia de la saga de Krasinski, apuesta por una historia que expande el concepto del multiverso.

De lo desconocido al caos: el viaje aterrador de ‘The Cloverfield Paradox’
The Cloverfield Paradox, dirigida por Julius Onah y producida por J.J. Abrams, nos transporta a un futuro en el que la Tierra está al borde del colapso debido a la escasez de recursos. Para intentar salvar al planeta, un grupo de científicos a bordo de la estación espacial Cloverfield lleva a cabo un experimento con un acelerador de partículas llamado Shepard. La misión busca generar una fuente de energía ilimitada, pero algo sale mal y la estación es transportada a otra dimensión, donde comienzan a ocurrir eventos inquietantes.

La historia se centra en Ava Hamilton (Gugu Mbatha-Raw), quien enfrenta una profunda crisis emocional tras perder a sus hijos. Su participación en la misión tiene un propósito tanto científico como personal, ya que busca encontrar una forma de ayudar a la humanidad mientras lidia con su propio duelo. Sin embargo, a medida que el experimento desata consecuencias inesperadas, la tripulación comienza a experimentar fenómenos aterradores, como la aparición repentina de una pasajera atrapada en las paredes de la estación y la desmaterialización de miembros del equipo.
A lo largo de la película, el guion explora el concepto del multiverso y sus implicaciones. La llegada a otra dimensión desata una serie de eventos sobrenaturales, donde elementos de la realidad parecen fragmentarse y mezclarse de formas perturbadoras. A pesar de sus ambiciones narrativas, la película equilibra sus conceptos científicos con un enfoque en el horror corporal, incluyendo momentos escalofriantes como la mutación de un personaje dentro de un tanque de gusanos y la desconcertante amputación de un brazo que sigue moviéndose por sí solo.

The Cloverfield Paradox también juega con la idea de cómo los experimentos en el espacio pueden alterar la realidad en múltiples líneas temporales. La conexión con el universo Cloverfield se refuerza en su impactante final, cuando una cápsula de escape regresa a la Tierra y revela la presencia de un monstruo gigantesco, sugiriendo que los eventos de la película pueden haber desencadenado la invasión que vimos en Cloverfield, la película original de 2008.
Con una combinación de horror psicológico, efectos impactantes y un atractivo elenco que incluye a David Oyelowo, Daniel Brühl, Chris O'Dowd y Elizabeth Debicki, The Cloverfield Paradox se convierte en una muy buena opción para los amantes del cine de ciencia ficción y terror. Aunque su conexión con la saga Cloverfield ha sido debatida, la película destaca por su atmósfera inquietante y su exploración de los peligros de la experimentación científica.