Es bien sabido que hay verdaderos maratonistas de las series, aquellos que han visto Grey’s Anatomy desde sus inicios o que todavía no superan el final de Game of Thrones y siguen encontrando formas de dejarlo atrás. Sin embargo, también existe otro tipo de público: los que no tienen tiempo, paciencia o ganas de embarcarse en un drama que dura más que una temporada. Para ellos, las miniseries son un oasis de entretenimiento, con historias intensas, concretas y sin momentos de relleno.
Para todos los que prefieren una trama con inicio, clímax y final para verse en un mismo fin de semana, entonces en Netflix encontrarán la recomendación ideal para ellos. El gigante del streaming tiene un montón de miniseries en su catálogo, esperando a ser descubiertas por sus suscriptores. Pero de toda la gama que hay, existe una que ha causado furor no sólo por su tener una trama basada en hechos reales, sino porque también provocó un buen susto legal a Netflix.

La joya en cuestión se llama Bebé reno, una producción británica que se convirtió en la sensación de la temporada desde el momento en que aterrizó en el catálogo de Netflix. Su popularidad fue tal, que en enero de 2025 se llevó el Globo de Oro a Mejor miniserie o telefilme, y además coronó a Jessica Gunning como Mejor actriz de reparto en la misma categoría.

Bebé reno es un oscuro y atrapante thriller psicológico basado en la experiencia real de su creador y protagonista, Richard Gadd. Él interpreta a Donny, un aspirante a comediante que se ve envuelto en una espiral peligrosa de obsesión, acoso y traumas del pasado. Todo comienza cuando Donny ofrece amablemente una taza de té a una mujer que parece necesitar ayuda. Lo que no sabe es que este gesto desencadenará una historia de terror emocional y psicológico que te dejará pegado al sillón.
La serie no sólo es intensa, sino que es profundamente personal. Gadd escribió Bebé reno basándose en sus vivencias reales, algo que se nota en cada escena, cada línea, cada mirada incómoda de los actores. La historia es cruda, sin filtros y con un nivel de realismo que da escalofríos, donde hay momentos en los que te preguntas si deberías seguir viendo.

Más allá del éxito, lo cierto es que Bebé reno no fue sólo miel sobre hojuelas para Netflix. La plataforma se metió en un gran problema cuando la mujer en la que supuestamente está inspirada la antagonista, interpretada por Gunning, decidió demandar a la compañía. Según diversos reportes, esta persona asegura que fue identificada por la audiencia y que la serie la retrata de manera difamatoria.
Así que, si estabas buscando algo que ver este fin de semana, pero no querías una serie de 15 temporadas ni una película de cuatro horas, esta es tu opción. Bebé reno tiene drama, tensión, calidad y, por supuesto, polémica.