Capitán América: El primer vengador se estrenó en 2011 y fue una de las primeras entregas del Universo Cinematográfico de Marvel que nos presentó a Chris Evans como el icónico superhéroe con su característico escudo indestructible. La película nos mostró la transformación física de Steve Rogers, quien pasó de ser un hombre pequeño y delgado a un súper soldado con una imponente fuerza y poder.
Pero dado que Chris Evans ya contaba con un físico bien trabajado antes de interpretar al Capitán América, los realizadores recurrieron a los efectos especiales para mostrar su versión delgada antes de recibir el suero del Dr. Abraham Erskine. Aunque no fue necesario que el actor perdiera peso drásticamente, su rostro fue superpuesto digitalmente en el cuerpo del actor británico Leander Deeny.

Además, Deeny no solo prestó su cuerpo para la versión enclenque de Rogers sino que también tuvo la desafiante tarea de imitar con exactitud los movimientos y expresiones de Evans. Posteriormente, el equipo de efectos especiales de Lola Visual Effects se encargó de unir ambas interpretaciones en un proceso que requirió gran precisión. Edson Williams, uno de los especialistas en efectos visuales, comparó la dificultad del proceso con "tomar la cabeza de un rinoceronte e injertarla en el cuerpo de una gacela".
A pesar de su importante contribución a la película, el rostro de Leander Deeny nunca se vio en pantalla. No obstante, tuvo una pequeña aparición como extra en la película, interpretando a un camarero en una escena. Marvel volvería a utilizar esta técnica en Capitán América: El Soldado del Invierno para una escena de flashback, esta vez con Christopher George Sarris como doble de cuerpo.

Chris Evans, por su parte, llevó a cabo un intenso entrenamiento para encarnar al musculoso Capitán América. Bajo la guía del entrenador Simon Waterson, realizó rutinas de pesas, dominadas, flexiones y ejercicios abdominales durante seis días a la semana. Además, siguió una estricta dieta rica en proteínas que incluyó avena, frutos secos, pescado, pollo y carne roja. Gracias a este riguroso entrenamiento, Evans ganó 20 libras de músculo y redujo su grasa corporal del 12% al 8%.
Con el paso de los años, Chris Evans consolidó a Steve Rogers como uno de los superhéroes más queridos del UCM, interpretando al personaje en un total de nueve películas, pero su dedicación al papel y la innovadora tecnología utilizada para representar su transformación física no hubieran sido posibles sin Leander Deeny ni Christopher George Sarris que fueron clave en la construcción de este ícono cinematográfico.