El uso del plano secuencia ha sido una de las técnicas más impactantes en el cine, generando una sensación de inmediatez y realismo que pocas veces se logra con los cortes tradicionales. Netflix intenta llevar este recurso al siguiente nivel con Adolescencia, una serie que ha sorprendido a crítica y público por su audaz propuesta: cada uno de sus cuatro episodios ha sido filmado en una sola toma continua, logrando una experiencia inmersiva e inigualable. Desde su debut, la serie ha sido aclamada por su realismo y la tensión constante.
Adolescencia utiliza el plano secuencia no solo como un truco estilístico, sino como una herramienta narrativa que amplifica la carga emocional de la historia. La serie sigue el caso de Jamie Miller, un adolescente arrestado por el asesinato de un compañero de clase, explorando las reacciones de su familia, la presión policial y las complejas dinámicas sociales que rodean el crimen. Cada episodio es una obra teatral en sí misma, filmada en tiempo real sin cortes visibles, una hazaña que pocos directores han intentado en la televisión.

Un solo plano, una tensión insoportable: el filme que anticipó ‘Adolescencia’
Pero Adolescencia no es la primera obra en la que el creador de la serie, Philip Barantini, recurre a este desafío técnico. En 2021, dirigió Boiling Point, conocida en nuestro país como El chef, una película que también fue filmada en un plano secuencia, consolidándose como una de las experiencias cinematográficas más intensas de los últimos años. Protagonizada por Stephen Graham, la película sigue a Andy Jones, un chef al borde del colapso mientras enfrenta una noche caótica en su restaurante de lujo en Londres. A través de su ininterrumpida narración visual, el filme captura la presión extrema de la industria gastronómica y la tensión acumulada en un espacio cerrado donde cada acción tiene consecuencias inmediatas.
El título de la película no podría ser más acertado: Boiling Point representa no solo la temperatura física de la cocina, sino también la tensión emocional de sus personajes. El filme fue grabado en solo dos días, con cuatro intentos de rodaje completos, de los cuales el tercer intento fue el elegido para el montaje final. La precisión con la que cada actor debía ejecutar sus movimientos y diálogos, sin posibilidad de correcciones, hace que el resultado final sea aún más impresionante.

Mientras que Adolescencia se apoya en el formato de serie para explorar distintos momentos de la vida de su protagonista, Boiling Point se siente como un golpe concentrado de tensión, donde el espectador es arrojado a una situación crítica desde el primer minuto y no tiene respiro hasta el final. Ambas producciones demuestran el dominio de Barantini sobre la narrativa en tiempo real, convirtiéndolo en uno de los directores más innovadores en el uso del plano secuencia.
El cine y la televisión han explorado el plano secuencia en distintas formas, desde el icónico episodio de True Detective hasta películas como 1917 y Birdman. Sin embargo, muchas veces esta técnica es utilizada como un simple recurso visual, sin un impacto real en la narración. En cambio, Adolescencia y Boiling Point lo convierten en una parte esencial de su estructura, intensificando la experiencia del espectador y eliminando la posibilidad de distracción.