Netflix ha logrado captar la atención de millones de espectadores con historias basadas en hechos reales, y una de las películas más impactantes de los últimos tiempos es El ángel de la muerte. Con una duración de 121 minutos, este thriller dramático mantiene la tensión en cada escena y deja una huella permanente en la mente del espectador. Protagonizada por Jessica Chastain y Eddie Redmayne, la cinta no solo aborda un caso criminal estremecedor, sino que también explora la negligencia institucional que permitió que los crímenes se prolongaran.
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121 minutos perturbadores de ‘El ángel de la muerte’
La película, basada en el libro de Charles Graeber, cuenta la historia de Charles Cullen, un enfermero que trabajó en diversas instituciones médicas y terminó confesando el asesinato de decenas de pacientes. Su capacidad para moverse entre hospitales sin ser detenido revela las fallas en el sistema de salud. A través de una narrativa cautivadora y actuaciones magistrales, El ángel de la muerte muestra cómo su colega Amy Loughren (interpretada por Chastain) se convirtió en una pieza clave para descubrir la verdad y llevarlo ante la justicia.
Desde su estreno, en 2022, el filme se convirtió rápidamente en un fenómeno de la plataforma, acumulando más de 68 millones de horas vistas en su primera semana. Su éxito lo llevó al primer puesto de las películas en inglés más vistas en varios países, superando a producciones como The School for Good and Evil. La historia de un asesino en serie operando en un entorno hospitalario ha resultado escalofriante para la audiencia, que no ha podido apartar la mirada de la pantalla.
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Uno de los mayores aciertos de la película es la interpretación de Eddie Redmayne, quien encarna a Cullen con una inquietante mezcla de calma y amenaza latente. Su actuación ha sido aclamada por la crítica, destacando su capacidad para transmitir el lado más perturbador de su personaje. Por otro lado, Jessica Chastain aporta una emotividad desgarradora al papel de Amy, una enfermera con problemas personales que encuentra el valor para enfrentarse a su propio compañero de trabajo.
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Bajo la dirección de Tobias Lindholm, la película se aleja de los estereotipos clásicos del cine de asesinos en serie. En lugar de centrarse únicamente en la brutalidad de los crímenes, pone énfasis en la tensión psicológica y en la relación de confianza que Cullen establece con Amy. El guión, escrito por Krysty Wilson-Cairns, refuerza este enfoque, mostrando el horror de sus actos a través de una perspectiva más humana y cercana.
El impacto de El ángel de la muerte no solo reside en su historia, sino en la crítica implícita al sistema hospitalario que permitió que Cullen siguiera asesinando sin ser detenido. La película deja en evidencia cómo las instituciones priorizaron evitar escándalos por encima de la seguridad de los pacientes, lo que añade una capa de indignación al relato. Esto la convierte en una experiencia cinematográfica no sólo perturbadora, sino también reflexiva.
