Emilia Pérez llegó a los Premios Oscar 2025 envuelta en polémica. A pesar de sus 13 nominaciones, la película ha sido objeto de controversia, principalmente debido a los comentarios racistas y ofensivos de Karla Sofía Gascón, su protagonista, los cuales resurgieron en redes sociales. A esto se suma la discusión sobre si la producción francesa, ambientada en México, representa de manera auténtica al país y su cultura. Todo esto ha generado una fuerte división entre los seguidores del cine y los miembros de la Academia.
Durante la alfombra roja, el influencer y comentarista de cine Javier Ibarreche entrevistó a Zoe Saldana, una de las actrices principales de Emilia Pérez. En su conversación, el tono fue sumamente cordial, destacando el trabajo de la actriz y evitando cualquier pregunta incómoda sobre las polémicas en torno a la película. Ibarreche, quien ha sido reconocido por su estilo entusiasta en coberturas de premiaciones, mantuvo una postura profesional y elogiosa durante la charla con Saldana, haciendo apenas referencia a las críticas que han rodeado al filme pero evitando una confrontación.

Sin embargo, minutos después de terminar la entrevista, al aire y en plena transmisión en vivo por Azteca 7, el influencer sorprendió a la audiencia con una declaración tajante. Con evidente emoción, expresó su deseo de que Emilia Pérez no gane ningún premio esa noche, evidenciando su postura personal sobre la cinta. Sus palabras resonaron rápidamente en redes sociales, donde usuarios celebraron su franqueza y otros cuestionaron su doble discurso entre la entrevista y su comentario posterior.
Mientras una gran mayoría aplaude a Ibarreche por expresar su opinión y rechazar la película, otros lo han criticado por no haberlo manifestado directamente en la entrevista con Saldana. Esto ha abierto un debate sobre la ética del periodista que cubre este tipo de eventos: ¿es válido mostrar amabilidad con los entrevistados y luego expresar opiniones contrarias al aire? La controversia sigue creciendo, y la postura del influencer ha generado una discusión más amplia sobre la responsabilidad y objetividad en la cobertura de los Oscar.