Hay una buena cantidad de series coreanas en Netflix que pueden ser el mejor entretenimiento cuando estamos en busca de historias de acción como D.P.: El cazadesertores o Mi nombre e incluso las historias de crimen como La paradoja del asesino y Somebody destacan en su género. Pero también hay que admitir que en ocasiones este tipo de tramas sólo suman algo más de tensión a la ya de por sí ajetreada vida del día a día.
Por eso, hay una propuesta en el catálogo de la N roja en la que tanto sus protagonistas como la audiencia es invitada a buscar el equilibrio interno alejándose de todo el estrés de la rutina para sustituirla con hermosos escenarios ideales para sanar y reencontrarse con lo que mejor motiva a cada uno a seguir adelante.
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Esta serie sigue a Lee Yeo-reum (Kim Seol-hyun), una joven que tras verse agobiada por las exigencias de la rutina moderna y sufrir varias desgracias en su tanto en su vida personal como laboral decide dejarlo todo y mudarse a un pequeño pueblo costero en busca de paz. Ahí conoce a Dae-beom (Im Si-wan), un bibliotecario introvertido y amable quien también carga con su propio pasado difícil y juntos se enfrentan a sus temores y emociones mientras construyen una conexión intensa capaz de transformar dos almas que se sienten perdidas.
Se trata de Summer Strike o Summer quiere descansar, serie de 12 episodios que transporta a la protagonista y al público al pintoresco pueblo de Angok en el que, aunque Yeo-reum intenta huir de sus problemas, encontrará el espacio perfecto para confrontarlos y encontrar la chispa de motivación que hacía falta en su vida.
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La serie destaca por su atmósfera tranquila y el enfoque que pone sobre los altibajos de la vida cotidiana resaltando un mensaje que prioriza el bienestar mental sobre la productividad. Summer Strike no está llena de giros dramáticos o cargadas escenas de acción, sino que es una experiencia reflexiva en la que muchos amantes del k-drama han encontrado consuelo y confort emocional.
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Por supuesto, que el viaje intrapersonal también se ve acompañado del tierno romance de los protagonistas, que se apoyan en las circunstancias difíciles que cada uno enfrenta. Y para los amantes de la fotografía, los paisajes del pueblo en Summer Strike lucen tan bien como para robarles el aliento por un segundo. Si le das una oportunidad a este drama coreano, al terminar te sentirás como una persona completamente nueva.