Es una de las escenas más memorables en la historia del cine, pero la salud de su protagonista estuvo en riesgo durante la filmación
Luis Fernando Galván
Desde 'El arca rusa' de Aleksander Sokurov hasta 'Museo' de Alonso Ruizpalacios, me encantan las películas que se desarrollan al interior de los museos. Como historiador del arte, me interesa explorar los vínculos que existen entre la pintura y el cine como medios de expresión visual.

Pocas escenas han quedado tan grabadas en la memoria como esta, símbolo de alegría y pasión. Sin embargo, detrás de su perfección, su protagonista enfrentó un reto inesperado: una enfermedad que puso en riesgo su desempeño y la producción entera.

Gene Kelly creó una de las escenas más icónicas de la historia del cine con su filme Cantando bajo la lluvia, pero pocos saben que su salud estuvo en riesgo durante la filmación. La película de 1952, considerada uno de los mejores musicales de todos los tiempos que ha sido referenciada en La La Land de Damien Chazelle y Barbie de Greta Gerwig, destacó por su impresionante coreografía, su sátira sobre el mundo del cine y la inolvidable interpretación de Kelly, quien no solo protagonizó la historia, sino que también la codirigió junto a Stanley Donen.

Cuando se menciona Cantando bajo la lluvia, la primera imagen que viene a la mente es la de Gene Kelly bailando bajo la lluvia, con su sombrero y paraguas, en un derroche de alegría y romanticismo. La escena sucede después de que su personaje, Don Lockwood, deja a Kathy Selden (interpretada por Debbie Reynolds) en su casa tras una velada encantadora. Conmovido por el amor, Lockwood recorre las calles empapadas sin importarle la lluvia, mientras interpreta el famoso número musical.

Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)

Enfermo y bajo la lluvia: el sacrificio de Gene Kelly

Detrás de este momento inolvidable, Kelly estaba lidiando con un problema mucho más serio de lo que el público podía imaginar. Según reveló Patricia Ward Kelly, viuda del actor, en una entrevista con Radio Times en 2016, Gene Kelly tenía una fiebre de 103 grados Fahrenheit (casi 40°C) durante la filmación de la escena. A pesar de su estado de salud, Kelly insistió en continuar con el rodaje, ya que no había margen para retrasos. Además de protagonizar la película, era el responsable de la dirección y la coreografía, por lo que su ausencia era prácticamente imposible de cubrir.

La grabación de la escena fue un reto agotador. Para lograr el efecto de la lluvia, los técnicos del set arrojaban enormes cantidades de agua combinada con leche desde lo alto, mientras Kelly bailaba y salpicaba el pavimento empapado. La escena se filmó en un día y medio, y en cada descanso, Kelly salía del set cubierto con lonas negras para acostarse bajo el sol e intentar aliviar su fiebre antes de regresar a la coreografía. Su esfuerzo y resistencia hicieron que la escena se completara sin que su malestar se notara en pantalla.

Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)

A pesar de las dificultades detrás de cámaras, la actuación de Gene Kelly en la escena bajo la lluvia encapsula el espíritu del espectáculo: no importa el esfuerzo ni el sacrificio, el espectáculo debe continuar. Su entrega y profesionalismo hicieron que una simple caminata bajo la lluvia se convirtiera en una de las secuencias más legendarias del cine, y su legado sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas y cinéfilos.

El impacto de Cantando bajo la lluvia en la historia del cine es incuestionable. La película, que retrata la transición del cine mudo al sonoro, fue un éxito inmediato y con el tiempo se ha consolidado como el mejor musical según el American Film Institute. Su influencia ha perdurado a lo largo de los años, situándose por encima de otros clásicos como West Side Story y El mago de Oz, y siendo una de las primeras películas seleccionadas para su preservación en el Registro Nacional de Cine de Estados Unidos.

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