Adrien Brody ha vuelto a captar la atención de la Academia gracias a su destacada actuación en El brutalista, una monumental historia dirigida por Brady Corbet. En la película, Brody interpreta a László Tóth, un arquitecto húngaro que, tras la Segunda Guerra Mundial, emigra a Estados Unidos en busca de una nueva oportunidad. Con diez nominaciones al Oscar, esta película -que continúa en la cartelera de Cinépolis y Cinemex- se ha convertido en una de las producciones más importantes de la temporada, y curiosamente, funciona como un complemento perfecto a otra de las películas más memorables de Brody.
La carrera de Brody quedó marcada por su participación en El pianista, filme con el que hizo historia al convertirse en el actor más joven en ganar el Oscar a Mejor Actor a los 29 años. Su interpretación de Wladyslaw Szpilman, un músico judío que lucha por sobrevivir en la Polonia ocupada, le valió reconocimiento mundial y consolidó su reputación como un actor de gran talento. Lo interesante es que El brutalista comparte con El pianista temas similares, lo que hace que ambas películas dialoguen entre sí de manera fascinante.
Focus Features
La conexión entre ‘El brutalista’ la película que consagró a Adrien Brody
Uno de los puntos de conexión más evidentes entre El brutalista y El pianista es su relación con el Holocausto. En ambas películas, Brody interpreta a personajes judíos profundamente marcados por la Segunda Guerra Mundial. Si bien las cicatrices de Szpilman y Tóth pueden ser distintas, ambos enfrentan las secuelas de la violencia y la persecución nazi. En ese sentido, tanto El brutalista como El pianista son relatos sobre pérdida, injusticia y la lucha por reconstruir una vida después de la devastación.
A pesar de que cada historia sigue un camino distinto, ambas películas se asemejan en su tono y estilo narrativo. Tanto Tóth como Szpilman son personajes definidos por su determinación y deseo de avanzar a pesar de las adversidades. Sin embargo, el mundo que los rodea es sombrío y desalentador, haciendo que sus luchas parezcan casi imposibles. Este enfoque convierte a El brutalista y El pianista en relatos épicos que provocan en el espectador un profundo sentimiento de angustia y conmoción.
Brookstreet Pictures
Las diferencias entre ambas películas también son notables. Mientras que El pianista se sitúa en la Polonia ocupada y muestra de manera directa los horrores de la guerra, El brutalista se centra en el periodo posterior al conflicto, cuando Tóth intenta establecerse en Estados Unidos. Aunque sigue cargando con las secuelas del Holocausto, su historia está más enfocada en su carrera profesional y las oportunidades que se le presentan. Así, cada película explora diferentes perspectivas de una misma tragedia histórica.
Además de su conexión temática, El brutalista y El pianista también comparten el reconocimiento de la Academia. En 2003, El pianista obtuvo siete nominaciones al Oscar y ganó tres de ellas, incluyendo Mejor Actor para Brody, Mejor Director para Roman Polanski y Mejor Guion Adaptado. Ahora, con El brutalista compitiendo en diez categorías en los premios de 2025, muchos esperan que la película logre un éxito similar y consolide aún más la carrera de Brody.
