Keanu Reeves es, sin duda, una de las figuras más queridas y reconocidas en la industria cinematográfica. Con una carrera que abarca décadas, el actor estadounidente ha dejado una huella imborrable en el género de acción gracias a su participación en franquicias icónicas como Matrix y John Wick. Su interpretación de Neo, el elegido en la lucha contra las máquinas, y de John Wick, el implacable asesino con un código de honor, han consolidado su estatus como un actor versátil y comprometido, ganándose el cariño y respeto del público.
Teniendo una trayectoria tan grande, a cualquiera le podría parecer sorprendente que una estrella de su calibre haya enfrentado rechazos en su trayectoria profesional. Sin embargo, incluso actores de la talla de Reeves han experimentado negativas en proyectos cinematográficos. Uno de los casos más destacados es su intento fallido de unirse a otra gran saga del cine, donde, a pesar de su entusiasmo y dedicación, no logró convencer al director de ser la elección adecuada para el papel deseado.
Si hay algo claro es que cualquier director estaría feliz de contar con Keanu Reeves en su elenco, sin embargo, hubo una producción que lo rechazó sin dudarlo: El señor de los anillos. Fue a finales de los años noventa, mientras se gestaba la adaptación cinematográfica de J.R.R. Tolkien que Reeves mostró un profundo interés en formar parte de este ambicioso proyecto. No obstante, terminó siendo rechazado debido a que no era el indicado.

Reeves quería con todas sus fuerzas interpretar a Aragorn, el valiente heredero al trono de Gondor. Su deseo era tan grande que pidió a sus agentes que hicieran todo lo posible por conseguirle el papel, incluso si eso significaba insistir las 24 horas del día a Peter Jackson. "Espero que [Jackson] piense que soy adecuado para el papel. Soy el hombre que buscan. Aquí estoy", dijo en una entrevista sobre todo el trabajo que realizó para llamar la atención del cineasta neozelandés.

A pesar de sus esfuerzos y de su reconocida trayectoria, el papel de Aragorn fue finalmente otorgado a Viggo Mortensen. Su interpretación dejó una marca indeleble en la cultura popular y se ha convertido en un referente para futuros proyectos de fantasía épica. Aunque es probable que Reeves hubiera aportado su propio estilo y carisma al personaje, la conexión entre Mortensen y Aragorn es innegable, algo que fue fundamental para el éxito de El señor de los anillos. Hoy en día, sería difícil imaginar a otro actor distinto a Mortensen en el papel de Aragorn.