El mundo del entretenimiento se vio conmocionado por la trágica muerte de la actriz Naya Rivera, conocida por su papel en Glee, quien falleció ahogada en el Lago Piru, California, en julio de 2020. La intérprete de 33 años había alquilado un bote junto a su hijo Josey, de cuatro años en ese entonces, cuando ocurrió el fatídico accidente.
Según el informe forense, Rivera "se agotó" tratando de devolver a su hijo al bote y no logró salir del agua. El pequeño Josey fue encontrado solo en la embarcación horas después de la desaparición de su madre.
20th Television
Recientemente, el padre de Josey, Ryan Dorsey, compartió detalles sobre lo que su hijo recuerda de aquel día. En una entrevista con People, reveló que Josey aún conserva imágenes vívidas de la tragedia. Según su testimonio, el niño tenía dudas sobre lanzarse al agua debido al viento, pero Rivera lo tranquilizó diciéndole: "¡No seas tonto!". Sin embargo, pronto notaron que el bote se alejaba al no contar con salvavidas ni ancla.
Rivera le indicó a Josey que nadara hasta la embarcación y logró ayudarlo a subir. "Él cuenta que lo último que Naya dijo fue su nombre y entonces desapareció en el agua. No volvió a verla", relató Dorsey, visiblemente afectado. También confesó que Josey siente culpa por lo sucedido.
Uno de los recuerdos más impactantes del niño es que intentó ayudar a su madre lanzándole una cuerda que había en el bote. Sin embargo, una gran araña en la cuerda lo asustó y no pudo hacerlo. "Le sigo diciendo: 'Amigo, esa cuerda no iba a ser lo suficientemente larga'. Pero es algo que se le ha quedado grabado, siente que podría haberla salvado", expresó Dorsey entre lágrimas.
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Además, Dorsey también reflexionó sobre la dificultad de explicarle la tragedia a su hijo: "Es difícil explicarle cosas que tú realmente no entiendes, da igual la edad que tengas. No soy muy creyente de que todo pasa por una razón, porque no puedo pensar que haya nunca una razón por la que él no tenga a su madre".
El caso de Naya Rivera sigue conmoviendo a muchos, dejando un vacío irreparable en la vida de su hijo y sus seres queridos.
