Elegir la mejor película de amor de todos los tiempos es una tarea compleja ya que este género es uno de los más populares -e inagotables- en el mundo del cine. Además, a lo largo del tiempo hemos tenido títulos como Titanic, Before Sunrise, Orgullo y Prejuicio, El diario de Bridget Jones, El diario de una pasión, Los puentes de Madison, La la Land, Cuando Harry conoció a Sally, Mujer Bonita, Blue Valentine, Love Actually, Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, El tiempo que tenemos, Siempre el mismo día, Yo antes de ti, y hasta clásicos infantiles como La Sirenita y La Bella y la Bestia, donde el amor es precisamente esa fuerza mágica que une el espacio y el tiempo -al más puro estilo de Interestelar- para salvarnos la vida.
Sin embargo, a inicios de la década de 1940 debuto en pantalla una historia que es considerada una de las mejores películas del género en la historia del cine, porque no solo nos lleva a un romance trágico y cargado de pasión sino que también ambienta este romance en un trasfondo bélico donde se inmortaliza para siempre a una de las ciudades más icónicas y lastimadas durante la Segunda Guerra Mundial, bajo la dirección de Michael Curtiz.

En la trama, Rick Blaine (interpretado por Humphrey Bogart), es un expatriado estadounidense que dirige el Café de Rick como un club nocturno en donde se reúnen los refugiados, los exiliados, oficiales del Tercer Reich, y otros personajes de la Francia ocupada. Su vida transcurre en medio de la complejidad política de la guerra, hasta que se ve confrontado por su pasado amoroso tras la llegada de Ilsa Lund (Ingrid Bergman) al lugar. Sin embargo, Ilsa no regresa sola sino que lo hace junto a su esposo, Víctor Laszlo (Paul Henreid), quien es un líder de la resistencia checa que lucha contra los nazis.
La relación entre Rick e Ilsa está marcada por un amor sublime e inquebrantable, pero también por los sacrificios y las decisiones difíciles que ambos tuvieron que tomar. Y es que a pesar de que Rick guarda rencor por haber sido abandonado por Ilsa en París, la tensión entre ellos se resuelve en uno de los momentos más emotivos de la historia del cine donde el perdón llega a significarlo todo. Además, con diálogos icónicos como "siempre tendremos París", la cinta se convierte en el un clásico del amor imposible, donde como fruto de la entrega total, Rick decide seguir a su corazón pese a que esto le valga un gran y doloroso sacrificio.

Bajo el título de Casablanca, esta película quedó grabada en la memoria colectiva y le valió a la industria del cine los inicios de una profunda exploración entre lo ficticio y lo real para sustentar su trama.
Por otra parte, la cinta transita el camino del amor eterno e incondicional, y tiene algunas de las escenas más célebres de Hollywood, mientras ahonda en ámbitos políticos y fraternos como la relación de los expatriados en el Café de Rick y su profunda nostalgia hacia lo que fue. Tras su estreno ganó tres premios Oscar y se convirtió en un hito cultural, que recaudó más de 3 millones de dólares en su estreno y dejó un legado profundo para su género.
Actualmente esta película se encuentra disponible en Max, así es que te recomendamos hacer un espacio en tu agenda, ir por una manta, pañuelos y palomitas, y dejarte maravillar al ritmo de Casablanca y su fabulosa canción principal, As time goes by. ¡Por favor, no te la pierdas!