El personaje de Selena Gomez en Emilia Pérez ha sido uno de los más criticados tras el estreno de la cinta y, pese a que aquí intentamos entender el por qué de su "mal español" en el filme, en esta ocasión abordaremos el por qué representa una de las figuras más complejas y menos comprendidas dentro de la narrativa. Y es que su historia es un reflejo profundo de cómo el poder y la violencia pueden moldear la vida de una mujer atrapada en un mundo que ella no eligió plenamente.
En la ficción, su personaje inicia una relación a los 17 años con uno de los líderes más poderosos del narcotráfico, conocido como Manitas del Monte. Este hecho ya plantea una base de vulnerabilidad, ya que una adolescente impresionada y deslumbrada por el poder y el dinero de un hombre influyente, cuya relación fue facilitada por una situación familiar complicada, la hacen sumamente vulnerable. Además, Manitas previamente salía con la hermana de su personaje, lo que agrega una carga emocional y moral a su historia. Este lazo afectivo también deriva en la percepción de traición hacia su propia familia, convirtiendo su narrativa en un punto de tensión y dilemas personales constantes.
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Otro aspecto clave es el contexto socioeconómico que la rodea, dado que su personaje siente vergüenza de su familia, por lo que se puede suponer que proviene de un entorno marginado y su vida dio un giro radical gracias al poder adquisitivo de Manitas del Monte. Este cambio de vida implica una mezcla de vergüenza y alienación respecto a sus orígenes, lo que la deja en una posición de vulnerabilidad emocional y psicológica. Además, esto no solo enfrenta el peso de su relación con un hombre violento y manipulador, sino también un conflicto interno sobre su identidad y pertenencia.
Cuando Manitas decide cambiar de vida y de género, su relación alcanza nuevas capas de complejidad porque Jessie del Monte —el personaje de Selena— es sacada de los Estados Unidos para ser traída a México y después llevada a Suiza, mientras que su marido finge su propia muerte. Estos eventos la convierten no solo en la compañera involuntaria de una transición complicada que desconoce, sino también en una víctima de manipulación y violencia constante, atrapada en una serie de decisiones y circunstancias fuera de su control.
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Así, podemos comprender que el personaje de Selena Gomez no es simplemente el de una adolescente cuya juventud se desarrolló en un entorno profundamente violento, sino también el de una mujer cuya vida se ve definida por el poder y la manipulación de un hombre que la introduce en un mundo de situaciones extremas. Su ingenuidad inicial, combinada con el abuso emocional y físico que sufre, pone de manifiesto cómo las estructuras de poder y desigualdad pueden destruir la autonomía de una persona.
En otro sentido, su personaje es el de una figura que representa la pérdida de la inocencia, la lucha contra el abuso y el dolor de vivir en una realidad moldeada por la ignorancia y el engaño de la que ya no sabe si quiere escapar.
