Desde su lanzamiento hace 40 años, Dragon Ball ha cambiado la vida de miles de personajes. Las aventuras de un pequeño niño poderoso que buscaba las Esferas del Dragón se convertiría en una de las historias preferidas del público, traspasando toda clase de fronteras e idiomas. La creación de Akira Toriyama ha llegado a todos los rincones del mundo, y a pesar del paso del tiempo, sigue vigente en la cultura popular, y como ejemplo está Dragon Ball Daima.
Uno de los pasajes más populares de la historia de Kakarotto es Dragon Ball Z, donde se enfrentó a algunos los villanos más grandes. Si bien este momento fue de gran éxito para Toriyama, lo cierto es que el fallecido mangada quedó cansado de su propia creación. Su nivel de hartazgo fue tal que, luego del final de Dragon Ball Z, el creador no quiso tener nada qué ver con las secuelas que Toei Animation estaba preparando.

LAS SECUELAS DE 'DRAGON BALL Z'
Aunque Dragon Ball GT es la secuela directa más popular de Dragon Ball Z (que no partenece al canon), pocos saben que existe otra continuación que fue emitida únicamente en China. Mientras el resto del mundo disfrutaba de las aventuras de Goku, Pan y Trunks, en el segundo país más poblado del planeta se estaba transmitiendo una secuela que, de alguna manera, se había hecho oficial: "Dragon Ball Zeroverse".

Esta serie fue publicada por la editorial Tibet People's Publishing House como si fuera una continuación canónica. El manga tenía 15 volúmenes y un total de 105 episodios que transcurrían tres años después del final marcado por Toriyama. No obstante, las nuevas aventuras de Goku tenían lugar en un universo paralelo al de la serie original, llamado Universo Zero.
En "Dragon Ball Zeroverse", Babidi ha vuelto de la muerte para vengarse de Goku. El poderoso hechicero decide utilizar sus habilidades para manipular a Uub, quien es la reencarnación de Buu. Para hacer las cosas más complicadas, Goku pierde toda su fuerza y descubre que los guerreros Saiyajin tienen una historia mucho más oscura.

Aunque la historia fue diseñado por un fanático y jamás fue reconocida por Toriyama, muchos fans chinos la han considerado como parte del canon oficial. Lo peor es que el manga dejó a los lectores en suspenso ya que se suspendieron publicaciones posteriores. Algunos fanáticos hicieron continuaciones de la secuela no oficial que pueden encontrarse en algunos sitios de internet.