El regreso de Wallace y Gromit con La venganza se sirve con plumas marca un punto relevante en la trayectoria de Aardman Animations, el estudio británico pionero en la animación stop motion. Desde su debut en los años 80, estas entrañables figuras de plastilina han conquistado audiencias de todas las edades, gracias a historias ingeniosas como La maldición de los vegetales y un estilo visual inconfundible.
Wallace y Gromit: entre la tradición y la tecnología
Esta nueva película, la primera desde 2008 y que ya puedes ver en Netflix, no solo trae de vuelta a los personajes más queridos de Aardman, sino que también combina la tradición artesanal del stop motion con avances tecnológicos sorprendentes. El creador Nick Park y su equipo han sabido mantener el encanto clásico de la franquicia mientras experimentan con nuevas herramientas para mejorar la narrativa y los aspectos visuales.
El proceso de creación comenzó con el diseño de los personajes en el departamento de marionetas. Anne King, diseñadora de estas figuras, explicó cómo se combinan materiales como silicona y plastilina para lograr expresividad y funcionalidad. Mientras que la silicona permite movimientos fluidos en escenas complejas, la plastilina sigue siendo esencial para capturar los pequeños detalles emocionales, como las expresiones faciales de Gromit.
Para garantizar que el mundo de Wallace y Gromit mantuviera su aspecto característico, el director de fotografía Dave Alex Riddett utilizó técnicas teatrales en lugar de efectos digitales. En una escena clave, por ejemplo, se usó un tarro de mermelada con patrones para crear un efecto de iluminación único. Esta combinación de efectos prácticos y tecnología moderna preserva la autenticidad del estilo artesanal que caracteriza a Aardman.
El desarrollo de los movimientos y expresiones de los personajes también representó un desafío creativo. Según Will Becher, supervisor de animación, cada movimiento, parpadeo y gesto fue planeado con meticulosidad. En el caso de Gromit, su falta de diálogos se compensa con una actuación física detallada, logrando transmitir emociones solo con movimientos de cejas y posturas.
Un aspecto fascinante de esta producción es cómo el equipo utilizó maquetas impresas en 3D para facilitar el diseño de personajes y accesorios. Estas herramientas modernas agilizan ciertos procesos sin sacrificar el toque artesanal, una decisión que Nick Park considera esencial para mantener el alma de sus películas.
Finalmente, la película introduce a Norbot, un gnomo inteligente con un giro tecnológico que plantea dilemas inesperados para Wallace y Gromit. La integración de elementos contemporáneos como códigos animados proyectados sobre modelos físicos demuestra cómo Aardman continúa evolucionando mientras respeta sus raíces.