El director Robert Eggers, conocido por su habilidad para crear atmósferas envolventes en películas como La bruja, El faro y El hombre del norte, regresa con una nueva versión del clásico del horror de 1922, Nosferatu. Este filme no busca reinventar la historia, sino mantenerse fiel a la esencia oscura del filme original de F.W. Murnau, inspirándose en Drácula de Bram Stoker. Con una dirección técnica impecable, Eggers logra una experiencia visual y sonora que penetra bajo la piel de los espectadores. Aunque su narrativa puede parecer pausada, el resultado es una pieza de pesadilla cinematográfica que atrapa y perturba.
Ambientada en 1838, la película sigue a Thomas, un joven abogado alemán interpretado por Nicholas Hoult, que viaja a Transilvania para cerrar un trato con el misterioso conde Orlok. Lo que parece ser una tarea legal rutinaria se transforma rápidamente en un viaje hacia el terror, cuando el castillo de Orlok se convierte en un laberinto de locura del que Thomas no puede escapar. Mientras tanto, Ellen (Lily Rose-Depp), su nueva esposa, siente un oscuro vínculo con el conde, anticipando el peligro que enfrenta su esposo. La aparición de una plaga y la intervención de especialistas en lo oculto complican aún más esta aterradora historia.
¿Reconociste a Pennywise en el nuevo Nosferatu?
En esta nueva adaptación, el papel del vampírico conde Orlok recae en Bill Skarsgård, quien ya había dejado su huella en el género del terror con su impactante interpretación de Pennywise en It de Andy Muschietti. Su elección para este papel no fue casual, ya que el actor ha demostrado un talento innato para dar vida a personajes oscuros y perturbadores. En una entrevista para Collider, Skarsgård describió su experiencia como Orlok como un desafío emocional y físico: "Fue como conjurar pura maldad", afirmó, explicando que le tomó tiempo liberar su mente del "demonio" que había despertado dentro de él.
El proceso de transformación para interpretar a Orlok fue tan meticuloso como intenso. Skarsgård dedicaba entre tres y seis horas diarias al maquillaje, logrando una apariencia grotesca que, según el actor, será casi irreconocible para el público. Además, trabajó con un cantante de ópera para profundizar en la voz del personaje, añadiendo un matiz inquietante que intensifica su presencia en pantalla. “Orlok es grotesco, pero también tiene un atractivo sexual perturbador”, confesó Skarsgård.
El actor sueco ha sabido construir una carrera sólida en el cine, destacándose especialmente en el género del terror. Su interpretación de Pennywise en It no solo revitalizó al icónico villano, sino que lo consolidó como un actor capaz de dominar personajes complejos y aterradores. Desde entonces, ha participado en proyectos como Barbarian (donde exploró nuevas facetas del horror), John Wick 4 (donde encarnó a un villano tan carismático como detestable) y The Crow (una reinvención del antihéroe gótico).
Cada uno de estos roles demuestra su capacidad para adaptarse a diferentes tonos y estilos, sin abandonar su pasión por explorar la oscuridad. Su habilidad para conjugar lo grotesco con lo atractivo y su disposición para sumergirse por completo en personajes complejos lo han convertido en una figura fascinante para el público y los cineastas por igual.