Han pasado casi 22 años desde que estrenó la primera entrega de la famosa saga de aventura basada en una popular atracción de Disneyland: Piratas del Caribe. Con el lanzamiento de La maldición del Perla Negra, el estudio de cine infantil presentó a las audiencias a Johnny Depp como el extravagante pirata Jack Sparrow, además de mostrar a Keira Knightley como Elizabeth Swann y a Orlando Bloom como William Turner III.
Aunque el éxito por las cintas de acción en el mar llegaron a su tope con esta producción de Disney, la fascinación por estas historias se ha marcado desde hace décadas, al menos en el cine, pues en la literatura hay obras clásicas que sobresalieron en el siglo XIX por narrar sus tramas en intensas persecuciones y aventuras en un barco o submarino en los océanos. Una de ellas es Moby Dick, pero también este libro del escritor Julio Verne.
Publicado en 1870, más de un siglo atrás, este título relata la odisea de un grupo de científicos que investigan la naturaleza de una misteriosa criatura que ha provocado el hundimiento de algunos buques en diversos mares. Con el propósito de encontrar la razón de los accidentes que ponen en riesgo la seguridad de las naves y sus tripulantes, el equipo a bordo del submarino llamado Nautilus recorren distintos lugares del mundo, entre ellos la Atlántida.
Una de las adaptaciones más famosas de la novela del escritor francés es la de 1954, producida por Disney con 5 millones de dólares, cuyo trabajo final ganó más de 28 millones de dólares estadounidenses. 20.000 leguas de viaje submarino contó con las actuaciones de Kirk Douglas, James Mason, Paul Lukas y Peter Lorre, quienes la convirtieron en un clásico del cine de aventuras.
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