Al igual que la protagonista de El diario de Bridget Jones, muchos se proponen año con año encontrar el amor. Inspirados por las tramas de Bridgerton, Diario de una pasión y Ghost: La sombra del amor las personas se embarcan en un viaje al estilo de Julia Roberts en Comer, rezar, amar para buscar a su media naranja y construir su propia historia de romance y pasión.
Lo cierto es que buscar una pareja no es una tarea nada sencilla. En el proceso de encontrar a alguien especial se involucran un sinfín de factores, a tal punto que se convierte en un verdadero un juego de la fortuna. Sin embargo, para aquellos valientes que tienen en la mira aventurarse al mundo de las citas y la búsqueda de una relación de pareja, esta emblemática comedia romántica de los ochenta podría serles de ayuda.
Protagonizada por Meg Ryan y Billy Crystal, en 1989 llegó a la gran pantalla una de las mejores historias de comedia y romance que alguna vez han pisado las salas de cine, con una propuesta que mostró cómo los caminos del amor pueden ser confusos, tumultuosos y divertidos. Esta es una obra inteligente y simplemente magnífica sobre el amor entre dos personas que se aman pero no quieren admitirlo.
Cuando Harry conoció a Sally es considerada por muchos como la mejor comedia romántica de los años ochenta. Con un dúo irresistible, bien interpretado, y con diálogos que se han convertido en parte de la cultura popular, la película se convirtió en el modelo de una ola de cintas que se mantendrían para siempre entre los títulos más legendarios de Hollywood. Por supuesto, no se pueden omitir las grandes actuaciones de los dos personajes secundarios interpretados por Carrie Fisher y Bruno Kirby, que complementan a la perfección a la pareja estelar.
Cuando Harry encontró a Sally, su vida cambió para siempre. Siendo estudiantes universitarios que se conocen por casualidad, ambos terminarán perdidamente enamorados. La primera vez que se ven es cuando Sally Albright se ofrece a llevar a Harry Burns en su coche, de Chicago a Nueva York. Durante el viaje platican acerca de la amistad entre hombres y mujeres. Harry piensa que la amistad entre personas de diferente sexo es prácticamente imposible, mientras que Sally está convencida de lo contrario.
Después de algún tiempo, Harry y Sally se reencuentran en un aeropuerto y aunque la química no surge al instante, pronto contruyen una amistad que contradice la opinión de Harry, quien creía firmemente que los hombres y las mujeres no podían ser amigos. La relación que hay entre ellos es tan buena, que no tardarán en darse cuenta que están hechos el uno para el otro. El problemas es si lo aceptarán o el orgullo les ganará.