El mundo del cine está de luto tras la pérdida del actor Hudson Meek, conocido por su actuación en la película Baby Driver. Meek falleció a los 16 años en un trágico accidente ocurrido en Vestavia Hills, Alabama. El actor sufrió graves heridas después de caer de un vehículo en movimiento y golpear varios objetos en el camino, según informó la oficina del forense del condado de Jefferson.
El Departamento de Policía de Vestavia Hills está investigando las circunstancias que llevaron al accidente. Hasta el momento, las causas exactas del incidente no han sido esclarecidas.
Una publicación en la cuenta oficial de Instagram de Meek compartió la noticia con un emotivo mensaje: “Con el corazón roto, compartimos que esta noche Hudson Meek regresó a casa con Jesús”. Las redes sociales se han llenado de tributos al actor, resaltando tanto su talento como su espíritu alegre y generoso.
Hudson Meek dejó una huella significativa en la industria cinematográfica pese a su corta edad. Nacido el 5 de agosto de 2008, comenzó a actuar junto a su hermano Tucker desde muy pequeño. Debutó en la pantalla con la película para televisión The Santa Con (2014) a los seis años y acumuló 17 créditos en su carrera.
Destacó como la versión joven del personaje de Ansel Elgort en Baby Driver (2017) y participó en otros proyectos como 90 Minutes in Heaven (2015) y series de televisión como MacGyver (versión de 2016), Genius y Found. Recientemente formó parte del elenco de The School Duel, una película galardonada en el 50º aniversario del Festival de Cine de Deauville.
Lynne Marks, representante de Meek, expresó su pesar en un comunicado: “He visto cómo pasó de ser un joven actor en Baby Driver a convertirse en un apuesto adolescente, recorriendo con orgullo las alfombras rojas de sus próximos proyectos. El futuro de Hudson como actor era brillante”.
Tras su fallecimiento, se establecerá la Beca Conmemorativa Hudson J. Meek, que será otorgada anualmente a estudiantes de la preparatoria Vestavia Hills High School. Este homenaje busca honrar su memoria y su pasión por las artes.
Por otra parte, la muerte de Hudson Meek deja un vacío en la industria y en el corazón de quienes lo conocieron. Su carrera prometía grandes logros, y su legado continuará inspirando a generaciones de jóvenes actores. Su partida es un recordatorio doloroso de lo frágil que puede ser la vida y del impacto que un alma tan brillante puede dejar tras de sí.