Parece que el punto más alto de Marvel Studios fue Avengers: Endgame, pues luego del éxito gigantesco de la cuarta película que reunió a todos los personajes de los cómics, la franquicia de superhéroes entró a su época oscura. Si bien Spider-Man: Lejos de casa estrenó después de ella y se salvó de ser un fracaso en taquilla, las cintas que llegaron después se sumergieron en una racha de malos resultados.
Aunque también influyó la pandemia y el cierre de las salas de cine. El regreso de Marvel comenzó con el lanzamiento de Black Widow, la primera y última aparición de Scarlett Johansson en una película en solitario, y los ingresos en taquilla fueron considerables, tomando en cuenta la situación crítica de la industria cinematográfica a nivel general; sin embargo, hubo otro proyecto que estrenó el mismo año y no tuvo el mismo destino.
No hablamos de Shang-Chi, otro largometraje sobre un personaje nuevo en la pantalla grande, sino sobre una producción que era sumamente prometedora al ser dirigida por una directora ganadora del Oscar. Chloe Zhao fue la elegida para llevar a salas este proyecto con un elenco grande y lleno de estrellas, pero ni eso fue suficiente para volver a la película un triunfo en taquilla.
A finales de 2021 estrenó Eternals, protagonizada por Angelina Jolie, Salma Hayek, Kit Harington, Gemma Chan y Barry Keoghan, entre otros, quienes interpretaron a un grupo de superhéroes con poderes celestiales capaces de cambiar el rumbo de la historia. Sin importar los nombres famosos que aparecían en el póster de la cinta, la tercera entrega de la Fase 4 sólo recaudó 402 millones de dólares en el mundo. ¿Por qué fue un fracaso? Aunque la cifra no fue mala, su elevado presupuesto fue lo que disminuyó el porcentaje de ganancias.
Producir Eternals le costó a Marvel Studios alrededor de 236,2 millones de dólares, por lo que necesitaban arrasar en taquilla, tal como lo hizo Spider-Man: Sin camino a casa un mes después. Ahora nadie se acuerda de la película de Zhao, ni siquiera por la polémica que desató con la escena del beso homosexual entre Brian Tyree Henry y Haaz Sleiman que provocó que fuera censurada en países como Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, Baréin y Omán. Hoy puedes encontrarla disponible en Disney+.