Desde que The Walkind Dead se convirtió en la gigantesca franquicia que todos conocemos hoy, el cine de zombis tuvo un reboot importante para el género de la comedia y el terror, ya que estos dos se encausaron los proyectos más grandiosos e hilarantes como Mi novio es un zombie y Zombieland, cuyo estreno tuvo lugar en 2009.
Años después llegó el turno de The Dead Don’t Die, dirigida por el legendario Jim Jarmusch, para contarnos una historia con un enfoque completamente diferente al de producciones como Army Of The Dead o World War Z, siendo una joya lacónica y llena de humor que se distingue por su originalidad. Repleta de estrellas como Bill Murray, Adam Driver, y Chloë Sevigny como los agentes de policía de un pequeño pueblo que de repente se enfrentan a una horda de zombis, veremos a titanes como Tilda Swinton encarnar a una directora de funeraria samurái, Steve Buscemi, Danny Glover, Selena Gomez, Austin Butler, y RZA compartir pantalla.
En The Dead Don’t Die, el cineasta nos invita a olvidarnos de las convenciones clásicas del género zombi para darle paso a la informalidad y no tanto a una estructura dramática convencional o grandes escenas de acción, sino espadas samuráis y bates de béisbol apareciendo a la orden del día, y con un humor seco y el absurdo dominante.
Además, deasafiando las expectativas del público al aportar un enfoque fresco y peculiar al saturado género de los zombis, se nos presenta una trama en la que en la pequeña localidad de Centerville empiezan a ocurrir fenómenos extraños. A raíz de esto, los muertos vuelven a la vida y un variado grupo de personajes tendrá que enfrentarse a ellos para sobrevivir.
Así es que si buscas reír y reflexionar con un enfoque poco ortodoxo al apocalipsis zombi, ¡dale una oportunidad a The Dead Don’t Die y su maravillosa estética visual!