Cada década del cine ha quedado marcada por películas emblemáticas que representan a toda una generación. Desde Lo que el viento se llevó y El mago de Oz en los treintas, Rocky y El padrino en los setentas, y Terminator o E.T., el extraterrestre en los ochentas, hay películas impactantes que han logrado encapsular la esencia de su tiempo, mostrando todos los aspectos que definían a sus respectivas épocas.
En el caso de los noventas, existen decenas de títulos que incorporan su propia cultura y avances del momento. Abarcando los géneros como el terror, la comedia, la aventura y la ciencia ficción, el cine de la década se vio revolucionado por obras cuya influencia continúa vigente hasta el día de hoy. Titanic, Jurassic Park, Toy Story y Forrest Gump son algunas de las películas inolvidables que también se han convertido en algunas de la más populares de la historia.
Una de las mejores películas de los noventa se estrenó hace 33 años: Alucinaciones del pasado. Dirigida por Adrian Lyne, conocido por sus trabajos en Electrodanza, Atracción fatal y Lolita, esta cinta es recordada por ser una obra maestra del terror psicológico, cuya influencia supera con creces su limitado éxito comercial. Llena de simbolismos, esta cinta no sólo tuvo impacto toda una generación de cineastas, sino que también su influencia se extendió a varios diseñadores de juegos, entre ellos Silent Hill.
Alucinaciones del pasado sigue a Jacob Singer, un hombre que ha pasado por muchas cosas. Aunque tiene un doctorado en filosofía, su trabajo consiste en repartir el correo en la caótica ciudad de Nueva York. Su primer matrimonio fracasó debido a la muerte de su hijo. Luego de servir en Vietnam, donde le sucedieron cosas malas en el campo de batalla, regresó a casa con recuerdos traumáticos que nunca pudo explicar.
Jacob está atormentado en sus sueños por todo lo que ocurre en su vida. En visiones se encuentra con extrañas criaturas que lo asustan. ¿Qué es real y qué es imaginación? El quiropráctico Louis, el enigmático extraño Michael y su exesposa Sarah harán todo lo posible para ayudar al alma afligida. Desesperado, también visita a viejos camaradas de Vietnam para encontrar una explicación.
UN FINAL DIFÍCIL DE SUPERAR
A diferencia de otras películas sobre la guerra de Vietnam, Alucinaciones del pasado se centra no sólo en el trauma de los soldados estadounidenses relacionados con el conflicto, sino también en cómo su propio gobierno los traiciona. El batallón al que pertenecía Jacob fue víctima de una droga de combate diseñada por químicos para el ejército, con el fin de aumentar la agresividad de los soldados y su resistencia al sufrimiento.
La droga, llamada "La Escalera", tenía el efecto de volver locos a los soldados hasta el punto de matarse entre sí. Jacob se da cuenta de que sus visiones eran sólo manifestaciones de su estado mental y que en realidad fue apuñalado por un miembro de su unidad. Si bien no se menciona explícitamente, salvo una alusión al final en un texto, la película de Lyne se refiere a una investigación muy real y ultrasecreta, bajo el nombre en clave "Proyecto MK-Ultra" desarrollado por la CIA destinado a desarrollar el control mental y técnicas de programación.
En realidad, toda la película se desarrolla en la cabeza de Jacob, que ve cómo su vida se desarrolla de nuevo mientras agoniza en un hospital de campaña, herido de muerte en Vietnam en 1971. En una escena final de la película, las escaleras que toma conducen a un reino de luz brillante que probablemente sea el cielo. Su hijo desaparecido, Gabriel, es entonces un ángel que lo toma de la mano para guiarlo hacia los cielos. Jacob se deja llevar, finalmente está sereno y en paz consigo mismo. Un final conmovedor para una gran película, que ha dejado una impresión duradera en nuestra memoria cinematográfica.