El talento de Aaron Taylor-Johnson comenzó a brillar en películas como Nowhere Boy de Sam Taylor-Johnson, donde interpretó a un joven John Lennon, una actuación que exigió no sólo una transformación física, sino también un profundo entendimiento musical para aprender a tocar la guitarra y cantar. Más tarde, en Kick-Ass de Matthew Vaughn, el joven consolidó su capacidad para encarnar personajes únicos, mostrando su habilidad para equilibrar el humor, la acción y la emotividad.
Con el tiempo, Taylor-Johnson ha seguido desafiándose en roles cada vez más complejos. En Animales nocturnos de Tom Ford, entregó una actuación perturbadora y visceral, que le valió un Globo de Oro como mejor actor de reparto. Por otro lado, en la frenética Bullet Train de David Leitch, demostró su carisma y dominio de las escenas de acción, consolidando su lugar como un favorito tanto en proyectos independientes como en blockbusters.
Aaron Taylor-Johnson y su transformación en Kraven, el antihéroe de Marvel
El actor inglés nunca ha temido enfrentarse a roles exigentes, y su trabajo en Kraven: El cazador no fue la excepción. Encarnando al antihéroe Sergei Kravinoff, el hijo de un poderoso líder criminal ruso interpretado por Russell Crowe, Aaron se embarcó en un proceso intenso de preparación. Inspirado por películas como Rocky y Gladiador, el intérprete de 34 años adoptó un enfoque físico y emocional que combinaba fuerza bruta con profundidad interpretativa.
Taylor-Johnson, quien fue entrenado como bailarín en su juventud, comentó que aprovechó esta habilidad para aportar una dimensión única al movimiento y la presencia física de Kraven. Sin embargo, esta dedicación no solo se limitó a su cuerpo: Taylor-Johnson también aprendió ruso para dar mayor autenticidad a su personaje. Esta decisión, aunque desafiante, fue clave para integrar de manera orgánica el trasfondo cultural y la historia del protagonista.
La filmación de Kraven: El cazador se realizó en locaciones reales, principalmente en el Reino Unido, lo que añadió un elemento visceral al proyecto. Según el director J.C. Chandor, esta elección permitió a los actores sumergirse completamente en sus roles. Aunque la producción enfrentó limitaciones técnicas, el equipo aprovechó cada escenario para construir una atmósfera auténtica y envolvente, ideal para una narrativa que se desmarca de las tradicionales historias de superhéroes al explorar temas más oscuros y realistas.
Taylor-Johnson llevó esta inmersión un paso más allá al insistir en realizar muchas de sus propias escenas de acción, algo que causó cierta preocupación entre el equipo de producción. Aunque sus habilidades físicas fueron ampliamente reconocidas, el riesgo de lesiones era un desafío constante. Aun así, el actor, inspirado por el propio Crowe y Sylvester Stallone, consideró esencial involucrarse plenamente en las acrobacias, asegurando que la conexión con su personaje fuera lo más genuina posible.
Aunque Kraven: El cazador pertenece al universo de Spider-Man de Sony, Taylor-Johnson señaló que el enfoque de Chandor permitió despojar al filme de elementos típicamente fantasiosos, presentándolo más como un relato de gánsteres. Este enfoque narrativo, combinado con la entrega total del actor, asegura que la nueva película (que ya se encuentra en las salas de Cinépolis y Cinemex) será un ejemplo más de su evolución y compromiso.