Han pasado 10 años desde que Robin Williams dejó este plano a la edad de 63 años. El actor estadounidense se convirtió en una de las estrellas más emblemáticas de la década de los noventa, con películas como La sociedad de los poetas muertos, El hombre bicentenario, En busca del destino, y por supuesto, Jumanji. En cada una de sus películas, Williams logró cautivar al público, haciéndoles reír, llorar y pasar momentos divertidos con sus historias en la gran pantalla.
Una de sus mejores interpretaciones ocurrió en Papá por siempre. En la cinta dirigida por Chris Columbus, Williams dio vida Daniel Hillard, un padre desesperado que, luego de perder la custodia de sus tres hijo, se disfraza de "la Señora Doubtfire". Como la niñera británica, Daniel podrá estar más cerca de sus hijo y cuidar de ellos, pasando desapercibido. Atrevida, divertida y conmovedora, con Papá por siempre, Robin Williams hizo de esta película una historia inolvidable.
Además de encantar a los espectadores con Papá por siempre, Robin Williams tuvo un gran impacto en quienes le rodearon durante las grabaciones. Una de ellas fue Sally Field, quien interpretó a la exesposa del actor en la cinta. La también actriz de Forrest Gump recuerda con cariño a Williams y el gran carácter humano que tenía, sobre todo, por algo sumamente especial que hizo por ella tras la muerte de su padre.
"Nunca antes había contado esta historia", dijo la actriz a Vanity Fair. "Estaba en el tráiler afuera de la sala del tribunal donde filmamos la escena del divorcio. Mi padre sufrió un derrame cerebral unos años antes y estaba en un centro de enfermería. Recibí una llamada del médico diciéndome que mi padre había sufrido otro derrame cerebral masivo", contó sobre el triste momento que atravesó.
Field estaba naturalmente devastada, pero para no interrumpir el proceso de filmación, decidió guardarse este asunto personal para sí misma. "Llegué al set e intenté con todas mis fuerzas actuar. No lloré. Pero Robin se acercó a mí, me alejó de la cámara y me preguntó: '¿Estás bien?'". Cuando Field le dijo que su padre había muerto, Williams respondió: "¡Dios mío, tenemos que sacarte de aquí ahora!".
"[...] Se aseguró de que filmaran mi parte durante el resto del día. Pude regresar a mi casa, llamar a mi hermano y hacer los preparativos. Ése es un lado de Robin que mucha gente no conoce: era muy sensible e intuitivo", recordó Sally Field sobre lo increíble que era Williams, cuyas ganas de ayudar no se limitó sólo a las personas de su entorno inmediato. Para cada uno de sus proyectos, la estrella de Patch Adams se esforzaba por incluir una cláusula en sus contratos que garantizara que al menos diez personas sin hogar consiguieran trabajo en la filmación, como extras o hicieran cualquier otra labor que fuera necesaria en la película.