La ciencia ficción le ha dado al mundo un amplio catálogo de propuestas que, más allá de hacernos viajar hacia lugares impensados, nos permiten reflexionar un poco más sobre la vida; el hoy y el mañana. Tesoros al estilo de 2001: Una odisea del espacio o Solaris, por ejemplo, le dan la bienvenida a otra película de este estilo que en 2009 se sumó para dar mucho de que hablar y pensar.
Dirigida por Duncan Jones, en aquel año estrenó una de esas joyas del cine de ciencia ficción que se quedan contigo mucho después de que los créditos finales desaparecen. Con una narrativa minimalista y cargada de tensión la trama sigue a un hombre que lleva tres años trabajando completamente solo en una base minera en la Luna.
Según dicta la historia de En la Luna, un futuro no muy lejano desató una crisis energética que impulsó a los seres humanos a extraer recursos del satélite natural de la Tierra. La Luna contiene el helio-3, material que funciona para los humanos como un combustible alternativo y limpio; así que Lunar Industries montó una enorme instalación automatizada sobre este satélite que sólo requiere de un operador.
Se trata de Samuel "Sam" Bell, interpretado por Sam Rockwell, cuya única compañía es GERTY, un robot con voz tranquila y enigmática interpretada por Kevin Spacey. A medida que Sam se acerca al final de su contrato, extraños eventos comienzan a desmoronar su realidad.
Lo que hace a En la Luna tan estresante y emocionalmente desgarradora es su habilidad para mezclar ciencia ficción con una profunda exploración de la condición y pensamiento humano. La soledad de Sam es palpable, y su aislamiento es representado con una crudeza que resulta incómoda pero completamente inmersiva.
La película roza temas como la identidad, la moralidad y el sacrificio en una atmósfera opresiva construida por el director Jones con recursos limitados demostrando que el cine de ciencia ficción no requiere explosiones impresionantes ni efectos especiales excesivos para transmitir su mensaje.
Si estás dispuesto a ver En la Luna y quedar posiblemente con el corazón en la mano y al borde del asiento, esta experiencia cinematográfica está disponible para su renta a través de Amazon Prime Video o Apple TV+. Cualquiera que busque una narrativa profunda, intensa y emocional seguro encontrara en esta película la montaña rusa que estaba buscando.