Hay películas que marcan a toda una generación. En el caso de los millenials, las personas que nacieron entre 1981 y 1996, hay muchas historias que formaron parte de su desarrollo y que poco a poco se convirtieron en clásicos de culto. Desde comedias como Chicas pesadas, romances sobrenaturales como Crepúsculo, cintas animadas como Shrek, y franquicias mágicas como la de Harry Potter, son sólo algunas de las películas que dejaron huella en esta generación.
En el caso del terror, cualquier millennial, recordará esta película que despertó en los espectadores el miedo a morir de forma desastrosa. En algún momento de sus vidas, todos los que han sido testigos de esta historia han pensado o bromeado lo que harían si estuvieran en el lugar de los protagonistas. Lo cierto es que a nadie le gustaría estar en una situación similar en la que cualquier situación, hasta la más mínima, podría desatar la furia de la muerte misma.
Fue hace 24 años que dio inicio la historia de un grupo de estudiantes con destino a París que se salvaron (momentáneamente) de la muerte, todo gracias a la premonición de uno de ellos. Con cinco películas estrenadas, la saga de Destino final conquistó a los fanáticos del cine de terror con una premisa única: escapar de la muerte no significa salvarse uno mismo, sino afrontar su futura venganza. Ahora, 13 años después de la última película, la franquicia regresa con venganza en 2025 bajo el título Destino final: Bloodlines, y las expectativas no podrían ser mayores.
La noticia entusiasmó a los espectadores que crecieron viendo las muertes grotescas y creativas que se han convertido en una marca registrada de la saga. Desde el primer episodio, Destino final logró algo único: transformar las situaciones cotidianas en escenarios que inducen a la paranoia. La nueva película, dirigida por Zach Lipovsky y Adam Stein, promete recuperar el espíritu que hizo famosa a la franquicia, pero con un toque de aire fresco gracias a un guión de Lori Evans Taylor y Guy Busick, responsables de Absolute Rest y Scream 6, respectivamente.
El regreso no podría llegar en mejor momento. El cine de terror está viviendo una auténtica época dorada, con películas como Scream y Smile revitalizando el género. Destino final: Bloodlines tendrá la oportunidad de posicionarse como uno de los mejores episodios de la saga, sobre todo si consigue equilibrar nostalgia y frescura, como están haciendo otras franquicias de terror en estos momentos.