Un hombre diferente, la nueva cinta de A24 dirigida por Aaron Schimberg que llega a las salas de Cinépolis y Cinemex a partir del jueves 5 de diciembre, ha captado la atención del público y la crítica por su enfoque provocador y satírico sobre la identidad, la percepción personal y la discapacidad. Protagonizada por Sebastian Stan, la película aborda el impacto de la neurofibromatosis tipo 1 (NF1) desde una perspectiva oscura y teatral.
Sebastian Stan brilla en su papel más desafiante en ‘Un hombre diferente’
La historia sigue a Edward, un hombre con una marcada diferencia facial causada por NF1, quien decide participar en un ensayo clínico experimental que promete "sanarlo". Al obtener resultados inesperados, su apariencia cambia drásticamente, lo que da pie a una exploración sobre las complejidades de su nueva identidad. Sin embargo, Edward pronto se obsesiona con Oswald, un actor que interpreta una obra basada en su vida. Este personaje, interpretado por Adam Pearson, actor con NF1 en la vida real, aporta un nivel de metateatralidad único a la narrativa.
Pearson, conocido por su participación en Under the Skin junto a Scarlett Johansson, destaca por su capacidad de traer a la pantalla los retos emocionales y sociales que enfrentan las personas con NF1. Aunque la película no menciona explícitamente la enfermedad, su representación ha abierto conversaciones sobre las diversas formas en que esta condición afecta a los más de 4 millones de personas que la padecen en todo el mundo.
Un hombre diferente es una obra de ficción cargada de humor oscuro, tragedia y momentos impactantes. El guion y la dirección de Schimberg ofrecen un retrato satírico de la búsqueda de propósito e identidad en una sociedad obsesionada con la apariencia. Al mismo tiempo, la película destaca las barreras que enfrentan las personas con discapacidades, especialmente en el mundo del espectáculo.
Aunque la transformación de Edward es un recurso narrativo ficticio, la película ha generado controversia dentro de la comunidad de NF1. Algunos la consideran una oportunidad para aumentar la conciencia, mientras que otros señalan que podría perpetuar estigmas o desencadenar emociones sensibles debido a sus intensas escenas. Por ello, se recomienda al público abordar la cinta con discernimiento, teniendo en cuenta que es una representación dramática.
La actuación de Sebastian Stan ha sido ampliamente elogiada, considerada por muchos como la mejor de su carrera. Su interpretación capta con precisión la evolución de Edward, desde la inseguridad inicial hasta la confianza y arrogancia que surgen tras su transformación física. Al mismo tiempo, Renate Reinsve, quien interpreta a Ingrid, una aspirante a dramaturga y vecina de Edward, ofrece una actuación que equilibra la empatía y la crítica al protagonista.
Más allá de su impacto narrativo, la película también ha resaltado los avances en el tratamiento de NF1. Organizaciones como la Children’s Tumor Foundation trabajan incansablemente para mejorar las opciones médicas para los pacientes, incluyendo el desarrollo de tratamientos como Koselugo, el primer medicamento aprobado por la FDA para tumores relacionados con NF1. Estas iniciativas buscan cambiar la realidad de las personas con esta condición.