Nicolas Cage es una de las personalidades más grandes de Hollywood. El sobrino del aclamado Francis Ford Coppola comenzó su carrera a inicios de los ochenta con Picardías estudiantiles y pronto se convirtió en una de los actores más famosos de las siguientes décadas. Gracias películas de acción como La Roca, Con Air (Convictos en el aire) y Contracara, Cage logró establecer su título de superestrella.
Al día de hoy, Cage continúa apareciendo en la gran pantalla. Sus trabajaos más recientes, como El hombre de los sueños y Longlegs: Coleccionista de almas, recibieron una respuesta positiva por parte del público, y próximamente, volverá con la tercera parte de La leyenda del tesoro perdido, su franquicia más popular. Si bien construir una trayectoria sólida no fue un camino fácil para él, el actor siempre se ha guiado por su instinto, algo que le ha funcionado en ocasiones.
Cage, conocido por su disposición a correr riesgos a la hora de elegir papeles, hizo caso omiso cuando alguna vez le advirtieron que no aceptara un papel que tendría consecuencias graves para su carrera. Sorprendentemente, ocurrió todo lo contrario y el actor terminó haciendo historia con una de sus mejores interpretaciones. Para muchos, esta obra es quizás el mayor triunfo de Cage hasta el día de hoy, ya que con ella se hizo de una estatuilla de la Academia.
En 1995, Cage protagonizó Adiós a Las Vegas, una historia dirigida por Mike Figgis. Aunque el actor no recibió absolutamente nada por su papel, la película tuvo una buena recepción en taquillas. No obstante fue la crítica quien llenó de elogios al también actor de Hombre de familia: no sólo terminó ganando en la categoría de Mejor actor en los Premios Oscar de 1995, sino que hizo lo mismo en la ceremonia de los Globos de Oro del mismo año.
Lo cierto es que si Cage hubiera escuchado los consejos de quienes lo rodeaban, nada de esto habría sucedido en absoluto. "La ironía fue que cuando quise hacer la película, todos dijeron que era la muerte de mi carrera. Le respondí que de todos modos nunca ganaría un Oscar, así que les dije: 'déjenme hacerlo y expresarme como quiero'", contó el actor en una entrevista sobre cómo decidió seguir su propia corazonada. La estrella de El vengador fantasma definitivamente tuvo el instinto correcto.
'ADIÓS A LAS VEGAS': LA CINTA QUE LE DIO A NICOLAS CAGE UN PREMIO OSCAR
Abandonado por su mujer y su hijo, Ben Sanderson se deja llevar por la alcoholismo. Sin embargo, su afición a la botella no hace más que empeorar sus problemas. Ben cada día está más aislado, y tras tomar distancia de familiares y amigos, es incapaz de encontrar la paz en los bares a los que acude para mitigar su creciente soledad. Pronto, Sanderson, quien trabaja como guionista en Hollywood, es despedido por el estudio debido a su bajo rendimiento.
El hombre decide entonces dejarlo todo e irse a Las Vegas, donde tiene planeado beber hasta la muerte. Poco después de llegar a la ciudad del pecado, conoce a Sera, una prostituta que quiere alejarse de su antiguo proxeneta. Estas dos almas desgraciadas juntan sus destinos, aceptándose respectivamente tal y como son. Mientras tanto, el luctuoso plan de Ben siga adelante y para lograrlo, se encierra en un motel en el que esperará la llegada de su muerte.