El movimiento New Hollywood, surgido en los años sesenta y setenta, transformó la manera de hacer cine en Estados Unidos. Directores como Francis Ford Coppola, Brian De Palma, Steven Spielberg y George Lucas revolucionaron la narrativa y la estética cinematográfica con obras como El Padrino y Tiburón, mostrando historias más crudas y autorales que rompieron con los moldes tradicionales de Hollywood. Este movimiento dio lugar a películas icónicas que se convirtieron en referentes culturales y artísticos para generaciones futuras.
Dentro de este grupo de cineastas visionarios, Martin Scorsese emergió como una de las voces más frescas e influyentes. A finales de los años sesenta, comenzó a cimentar su reputación con un estilo que combinaba audacia visual, exploración de la psicología humana y una narrativa provocadora. Obras como Boxcar Bertha y Mean Streets lo consolidaron como un pilar del New Hollywood, explorando los rincones más oscuros de la sociedad estadounidense.
El clásico de Martin Scorsese que marcó al cine contemporáneo
Estrenada en 1976 y protagonizada por Robert De Niro, Taxi Driver es un inquietante retrato de la alienación urbana y la violencia. La película sigue a Travis Bickle, un exmarine convertido en taxista en la caótica Nueva York de los setenta. A través de su mirada, el espectador es testigo de un descenso a la locura, alimentado por el aislamiento y el odio hacia el mundo que lo rodea.
Añadida recientemente al catálogo de Netflix, la película de Scorsese sorprende por su atmósfera surrealista, desde el vapor que emerge de las calles hasta los tonos rojizos y grises que dominan la fotografía. La banda sonora de Bernard Herrmann evoca una Nueva York de otra época, mientras que el montaje y los encuadres contribuyen a la sensación de pesadilla que impregna la narrativa. Estos elementos técnicos subrayan la desconexión de Travis con la realidad, haciéndolo un retrato visualmente impactante.
El papel de Travis Bickle marcó un punto clave en la carrera de Robert De Niro. Su interpretación de un hombre al borde del abismo, con matices que van de lo vulnerable a lo aterrador, cimentó su lugar como uno de los actores más destacados de su generación. La famosa escena del “¿Me estás hablando a mí?” es solo uno de los momentos que demuestra la complejidad y profundidad de su actuación.
Con el paso de las décadas, Taxi Driver, escrita por Paul Schrader, se ha convertido en una de las películas más influyentes, inspirando a directores como Quentin Tarantino, David Fincher, Nicolas Winding Refn y Lynne Ramsay. El filme no solo es un referente estético, sino también un modelo de cómo explorar temas complejos como la soledad, la alienación y la violencia sin caer en clichés o didactismos. Su capacidad para capturar los dilemas de la condición humana, junto con su impacto visual y narrativo, la convierten en una obra atemporal.