Durante décadas, la figura de Silvia Pinal y su familia han estado rodeadas de rumores sobre la supuesta "maldición de Viridiana”, que estaría vinculada a su participación en la icónica película Viridiana de Luis Buñuel. La cinta, protagonizada por Pinal, generó controversia desde su estreno, siendo prohibida por el Vaticano y la dictadura franquista en España debido a su contenido considerado blasfemo. Según la leyenda, al nombrar a su segunda hija Viridiana, en homenaje al filme, Pinal habría atraído una ola de desgracias sobre su familia.
La trágica muerte de Viridiana Antonia Alatriste Pinal en 1982, a los 19 años de edad, alimentó aún más esta creencia. La joven, nacida durante el matrimonio de Silvia Pinal con el productor Gustavo Alatriste, estaba comenzando una prometedora carrera como actriz cuando perdió la vida en un accidente automovilístico en la Ciudad de México.
Instagram @silvia.pinal.h
Décadas después, la tragedia golpeó nuevamente a la familia cuando Sylvia Pasquel, hija mayor de Pinal, también perdió a su hija de dos años llamada Viridiana. Aunque estas muertes han sido explicadas como coincidencias trágicas, los rumores sobre una “maldición” se han mantenido en el imaginario colectivo, vinculando las desgracias familiares con la polémica que rodeó a la obra maestra de Buñuel.
Desde su concepción, Viridiana estuvo rodeada de polémicas. La película, que aborda temas como la corrupción de ideales religiosos y las contradicciones morales, fue duramente criticada por el Vaticano, que la calificó de “sacrilegio” y presionó para que fuera prohibida en España y Roma. La dictadura de Francisco Franco incluso ordenó destruir todas las copias existentes en territorio español, aunque Pinal logró salvar una para presentarla en el Festival de Cine de Cannes en 1961, donde ganó la Palma de Oro.
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Para Silvia Pinal, Viridiana representó un hito en su carrera y un puente hacia el reconocimiento internacional, pero la cinta también marcó un punto de inflexión en su vida personal. Aunque no hay pruebas que respalden la existencia de una “maldición”, la trágica historia de su hija Viridiana y los eventos que siguieron con su familia han alimentado un relato que mezcla la tragedia, la superstición y la compleja relación entre el arte y religión.
