Silvia Pinal, la última diva de la Época de Oro del cine mexicano, falleció el pasado jueves 28 de noviembre en la Ciudad de México tras presentar complicaciones de salud. Horas antes del anuncio que confirmó el deceso de la intérprete de El inocente, diversos medios de comunicación dieron a conocer que Pinal estaba en "coma" con los "pulmones colapsados". Antes de partir, la actriz de 93 años estuvo rodeada de sus seres queridos, entre ellos, sus hijos Sylvia Pasquel, Alejandra y Luis Enrique Guzmán.
Pinal comenzó su carrera en 1949, debutando con un papel menor en la película de El pecado de Laura, y pronto se destacaría por su talento, actuando junto a grandes del cine mexicano como Pedro Infante, Antonio Aguilar y Germán Valdés 'Tin Tan'. Años después, Silvia se consagraría trabajando al lado del cineasta Luis Buñuel en Viridiana, El ángel exterminador y Simón del desierto. Ente las décadas de los años ochenta y 2000, su programa, Mujer, casos de la vida real se convertiría en uno de los más populares de la televisión mexicana.
Siendo tan multifacética, más allá de las pantallas, Silvia Pinal se desempeñó en otros rubros, entre ellos, presidir la Asociación Nacional de Productores de Teatro (Protea). Sin embargo, dicho puesto le ocasionó problemas tan severos a la actriz, que tuvo que esconderse en la cajuela de un automóvil debido a que era perseguida por el gobierno. De acuerdo con las acusaciones, Pinal había cometido un supuesto fraude de más de nueve millones de pesos.
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En 1994, el productor Armando Cuspinera solicitó una investigación en contra de Silvia Pinal a causa de una presunta estafa, y seis años después, Alejandro Gertz Manero, actual Fiscal General de la República y entonces Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, giró una orden de aprehensión para la actriz de María Isabel. Según lo relatado por Pinal en Mujer, casos de la vida real, ella se enteró por una llamada telefónica.
Para mantenerse a salvo, la difunta actriz tomó la decisión de huir en un automóvil que la llevó de la Ciudad de México a Acapulco, donde se trasladó en un avión privado con destino a Miami, Florida. "Al principio no me preocupé, mis manos estaban limpias y mi conciencia absolutamente tranquila", contó Pinal en su biografía "Esta soy yo". Una vez en territorio estadounidense, la actriz se mantuvo 11 meses en la casa de su hija Alejandra Guzmán, quien era la única que conocía el paradero de su famosa madre.
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En los meses siguientes, Gertz Manero habló escasamente del caso, mencionando únicamente que buscaba que las personas a cargo de la Protea entregaran cuentas de la administración. A finales del 2000, Pinal pudo volver a México tras ser absuelta de los cargos de los que se le acusaba. Al llegar al país, Pinal fue recibida por la prensa y sus fanáticos, y al ser entrevistada, dijo que "no quería ni pensar" en todo lo que vivió.
