Michael Fassbender es reconocido por su versatilidad actoral, desde interpretar a soldados en Banda de hermanos y Bastardos sin gloria hasta dar vida a Magneto en X-Men: Primera generación. Su presencia magnética ha brillado incluso en proyectos menos exitosos como The Snowman. Sin embargo, fue en 2011 cuando alcanzó un punto crucial en su carrera con Shame, un filme que no sólo consolidó su estatus como estrella, sino que también generó controversia por una decisión audaz.
En Shame, Fassbender interpreta a un hombre atrapado en una espiral de adicción sexual, un papel que le exigió una entrega emocional y física total. La película, dirigida por Steve McQueen, destacó no solo por su narrativa intensa, sino también por mostrar al actor en una escena de desnudo frontal, algo poco común entre las estrellas masculinas de su calibre. Pero, curiosamente, esta decisión fue motivada por una fuente inesperada: su madre.
La escena más audaz de Fassbender: un gesto hacia la igualdad en el cine
En una entrevista de 2011 con Vulture, Fassbender reveló que su madre siempre había expresado su descontento con la desigualdad en la representación del desnudo en el cine. Según él, ella solía quejarse de que las mujeres frecuentemente aparecían desnudas mientras los hombres permanecían convenientemente vestidos. "Esto es una tontería", decía su madre, y este constante reclamo inspiró al actor a aceptar la escena en Shame. "Así que esta fue para ti, mamá", comentó Fassbender con un toque de humor.
Aunque el desnudo en Shame lo marcó definitivamente, Fassbender agradeció no tener mucho tiempo para reflexionar sobre ello durante el rodaje. En una entrevista con The Hollywood Reporter en 2012, mencionó que la película se filmó en tan solo 25 días. "No hubo tiempo para pensar demasiado, solo tenía que hacerlo y seguir adelante", explicó el también actor de Steve Jobs, Assassins Creed y Macbeth.
La reacción de su familia ante el desnudo también fue notablemente positiva. Durante el estreno de Shame en el Festival de Venecia, su padre vio la película y expresó un inmenso orgullo por el trabajo de su hijo. Esto subraya el apoyo y la comprensión de su familia hacia las decisiones artísticas de Fassbender, incluso las más inusuales.
Aunque Fassbender no fue nominado al Oscar por Shame, dejó claro que, de haberlo sido, su madre habría sido su acompañante en la alfombra roja. Más tarde, en 2014, cumplió esta promesa al llevarla como su invitada cuando recibió una nominación como mejor actor de reparto por 12 años esclavo, también dirigida por McQueen.