Si hablamos de la lista de las mejores series de la historia, medios como Variety han hecho su ranking de los 100 títulos imperdibles y entre ellos se encuentran creaciones como Community, Black Mirror, Seinfeld y Mad Men. Aunque cada espectador podría armar su propia lista de programas televisivos preferidos, hay un par de producciones que no se pueden omitir entre las recomendaciones a las audiencias.
HBO ha sido la casa productora de algunas de las series más populares y reconocidas de los últimos años, empezando con Game of Thrones y pasando por títulos que mezclan drama con humor oscuro como Succession y Barry; pero esas ocasiones no fueron las únicas en las que recibieron el aclamo del público y la crítica por una producción que convergió ambos géneros.
En 2001, tan sólo unos años después del lanzamiento de Los Soprano, estrenó en HBO una serie titulada Six Feet Under, mejor conocida en español como A dos metros bajo tierra. Creada por Alan Ball, el mismo responsable detrás de otros exitosos títulos como True Blood, contó la historia de la familia Fisher, cuyo negocio es el de brindar servicios funerarios en su propia casa. Cuando Nate Fisher, el director de la funeraria muere, el legado queda en manos de sus hijos, cuya relación con la empresa familiar es distante.
Mostrando temas como la muerte, la infidelidad, religión y la disfunción, Ball utiliza un fallecimiento al inicio de cada episodio para explorar los distintos conflictos y emociones de los personajes interpretados por Peter Krause, Michael C. Hall y Frances Conroy. Aunque cada una de sus temporadas fue elogiada por los expertos, su episodio final es considerado uno de los mejores desenlaces de la televisión.
Si buscabas una serie para maratonear este fin de año o durante los momentos libres de las fiestas decembrinas, A dos metros bajo tierra puede ser la opción ideal. Sus cinco temporadas integradas por 63 capítulos se encuentran disponibles en streaming y puedes encontrarlas en los catálogos de las plataformas Netflix y Max.