Si hay un director que no conoce el descanso, además de Ridley Scott, es Woody Allen. El popular cineasta de los 70 recibió el reconocimiento de los cinéfilos gracias a producciones como Manhattan y Annie Hall, pero luego de una larga trayectoria, parece que el realizador está preparado para alejarse de las películas con Golpe de suerte en París, su más reciente proyecto.
Regresando a la capital francesa para esta nueva película, la historia cuenta la vida de Fanny (Lou de Laâge), una mujer en sus 30 que vive felizmente casada con Jean (Melvil Poupaud), con quien goza de los lujos de la alta sociedad. Su matrimonio parece inquebrantable hasta que, un día por casualidad, se encuentra en la calle a Alain (Niels Schneider), un excompañero de la universidad que le confiesa que siempre estuvo enamorado de ella, y con quien inicia un intenso y candente romance extramarital.
Los rumores en torno a que Coup de chance, como se titula en francés, es su último largometraje vienen debido a que lo filmó a la edad de 88 años. Él mismo nos confesó en entrevista exclusiva para Sensacine Latam que puede serlo, pues es complejo que los productores confíen en sus ideas. “Creo que esta podría ser mi última película, y tal vez lo sea, porque la gente siempre me pregunta qué es lo más difícil de hacer cine y la respuesta es tener el dinero para hacerla”, aseguró.
Dirigirla, actuar y elegir la música no es tan malo, pero conseguir a alguien que decida arriesgar su dinero para dejarme hacer esta idea loca que se me ocurrió es lo complejo.
De acuerdo con el director de Medianoche en París, conseguir que alguien invierta para la realización de sus producciones es cansado y por eso prefiere alejarse del cine de una vez por todas. “Ir a desayunos, recaudar dinero, revisar los gastos y todo lo de la realización de una película es tedioso, y lo he hecho, pero creo que ya no quiero hacerlo más”, reveló a Sensacine Latam.
Necesitaría a alguien que me diga ‘Me gusta tu trabajo, quiero patrocinar tus proyectos’, pero si eso no pasa, y no creo que suceda, entonces probablemente hice mi última película.
Sin embargo, Woody Allen no está listo para terminar su carrera como artista, pues aún tiene ganas de seguir desempeñando su talento en otras artes. “Continuaré mi vida escribiendo obras de teatro y libros. Filmar películas ya no es tan emocionante como cuando empezaba a hacer cine. Cuando inicié mi carrera en Nueva York había muchísimos cines y se exhibían cintas de todo el mundo, de Fellini, Bergman, Truffaut y Kurosawa”, compartió el director de Un día lluvioso en Nueva York.
“Ahora todos esos cines ya cerraron y sólo hay pocos estrenos que significan millones de dólares. Ya no es lo mismo, porque aunque hagas una buena película, en dos semanas ya está disponible en televisión”. Si deseas conocer su nueva historia sobre infidelidad y fortuna que se ha ganado comparación con la aclamada Match Point, entonces no te pierdas Golpe de suerte en París en cines de México.