El 10 de junio de 2003, el Gershwin Theatre de Broadway estrenó un musical protagonizado por Idina Menzel y Kristin Chenoweth, en el que se adaptó a este formato la novela de Gregory Maguire -publicada en 1995- titulada Wicked: Memorias de una bruja mala.
En dicha novela, nos encontramos con un mundo fantástico en el que nace una extraordinaria bruja de piel verde y abominables dientes de tiburón llamada e Elphaba Thropp, quien enfrenta una serie de discriminaciones y crueldades en la mágica tierra de Oz donde, desde muy pequeña, resulta ser una presencia extraña y perturbadora para su comunidad. Dado que estos intentan vivir bajo la armonía impuesta por el legendario mago de Oz a este lugar, Elphaba pasará una infancia solitaria, descubriendo que es una niña muy particular.
Y así, cuando llega el momento de crecer, Elphaba decide que acudir a la Universidad de Shiz, donde todo tipo de especies y criaturas coexisten en torno a la magia, la fantasía y su aprendizaje. Sin embargo, a este lugar también asisten los Animales con A mayúscula, que son los animales que pueden caminar en dos patas, tienen el don del habla, y poseen alma y conciencia humana, pero eso mismo los convierte en una burla de la sociedad, que los ataca y persigue, incetivados principalmente por el Mago, quien promulga leyes para su arresto y exterminio.
Por lo tanto, aquí tenemos la primera conexión de Wicked con El Mago de Oz, en donde podemos ver que ambas historias se desarrollan en líneas paralelas, hasta la llegada de Dorothy Gale a la tierra de Oz.
Ahora -como también podemos ver- en Wicked los papeles están invertidos ya que aquí El mago de OZ es un tirano y agresor Animal, que atenta contra todos aquellos profesores y Animales que buscar coexistir en la tierra que el mismo creó.
Por supuesto, esto desatará la ira de Elphaba, quien tras enfrentar una serie de violencias, pérdidas, tragedias y brutalidad, decidirá hacer resistencia al régimen impuesto por este mago y llevarlo hasta las últimas consecuencias adentrándose en la clandestinidad para luchar en nombre de la libertad.
Pero como era de esperar, este objetivo convirtió a la rebelde y joven bruja verde en la temerosa y "cruel" Bruja mala del Oeste, a quien vemos enfrentar a Dorothy en la película de Victor Fleming.
Dicha transformación de personaje, se llevó a cabo debido a que Gregory Maguire buscó que Wicked: Memorias de una bruja mala abordara una perspectiva más allá del bien y del mal, y que reflejara los obstáculos y luchas que vivió Elphaba Topps antes de convertirse en "una bruja mala" para su sociedad.
Además, al abordar temas como la disrupción, la desaparición forzada, y la violencia contra los animales, Wicked se convirtió en un fenómeno que también cuestionó las narrativas tradicionales de la fantasía, para ligarlas majestuosamente a las peripecias y catástrofes que suceden en el mundo real.
Por si eso fuera poco, esta novela se convirtió en una saga literaria conocida como The Wicked Years, en donde tenemos otros títulos como Hijo de Bruja (Son of a Witch), Un León entre los Hombres (A Lion Among Men) y Fuera de Oz (Out of Oz).
Por otra parte, el personaje de Glinda (Ariana Grande) también aparece en las dos historias y mientras en Wicked es vista como la primera amiga que Elphaba conoció, en el resto del universo de Oz es conocida como la bruja buena del Norte y del Sur, además de aparecer en la cinta Oz: el poderoso con James Franco, que se presenta como una precuela al musical y a la historia de El mago de Oz.
En esta versión, vemos a un joven e inexperto mago llamado Oz, llegar a una tierra extraña que necesitará su ayuda y en donde conocerá a Elphaba y Glinda, así como a otros habitantes de este lugar. Así es que sin intención de darte más spoilers, te recomendamos iniciar un maratón con estas películas para que llegues con toda la actitud y conocimiento al estreno de Wicked el próximo 21 de noviembre en tu sala de cine favorita... ¡No te lo pierdas!