Ridley Scott está de estreno con la secuela de Gladiador -titulada sencillamente Gladiador II-, en donde vemos una historia centrada en Lucio Vero, el hijo de Lucilla, quien por infortunios del destino termina en la arena del coliseo para pelear por su vida, como en el pasado lo hizo Máximo Décimo Meridio (Interpretado por Russell Crowe) en la primera parte de esta epopeya cinematográfica.
Con un presupuesto de 300 millones de dólares, la película se enfoca en mostrar el lado más personal e íntimo de los guerreros que lucharán a duelo por sus vidas, y buscarán recuperar la esperanza que les fue arrebata.
Además, al tomar a varios personajes del mundo real para llevarlos a una ficción cinematográfica, Ridley Scott nos lleva a conocer a un hombre sumamente oscuro que es recordado por una serie de eventos desgarradores y muy trágicos de su vida real.
Se trata de Macrinus, quien es interpretado por Denzel Washington, y que es un traficante de armas que abastece al ejército mientras gestiona exhibiciones de batallas de gladiadores, logrando infiltrarse en el Senado y en la Corte Imperial para acumular fortuna y poder. Sin embargo, como su ambición es inquebrantable, siempre deseará deseará más y más.
En palabras del propio Denzel Washington: "(Macrinus) es un personaje que surgió por el camino difícil y sabe cómo trabajar a tus espaldas, al final de la sala. Se metió en la cama con el Diablo y quiere dominar, destruir y poseer a todo y a todos, por lo que usará a cualquiera y hará cualquier cosa para conseguir lo que quiere”.
Dentro de los registros históricos, encontramos que Macrinus estaría inspirado en Marco Opélio Macrino, quien vivió alrededor del año 200 d.C. y, como en la película, tuvo mucha influencia en el gobierno de los coemperadores Caracalla y Geta, interpretados en la película por Fred Hechinger y Joseph Quinn.
Tras años de conspiraciones, coordinó un golpe de Estado que asesinó a Caracalla y se proclamó emperador de Roma, gobernando durante 14 meses hasta que fue asesinado en Capadocia.