El cine americano ha destacado en diversos géneros, pero su influencia más grande ha sido a través del western. El género nació en Estados Unidos el siglo pasado y dio grandes producciones como Stagecoach, Río Bravo y Temple de acero, todas protagonizadas por John Wayne, además de que sentó las bases para películas modernas como El renacido, Petróleo sangriento y Sin lugar para los débiles.
Aunque las cintas mencionadas estrenaron en el 2000 y son consideradas como grandes hazañas del género en los últimos años, también hay largometrajes que fracasaron en el intento. Uno de esos títulos estrenó en 2013 y fue producida por Disney, pero se convirtió en uno de sus grandes catástrofes en taquilla, a pesar de tener una leyenda de Hollywood en su elenco.
Dirigida por Gore Verbinski, esta producción retomó la serie de televisión homónima que se emitió por primera vez a finales de los años 40 y terminó en la década de los 50. Johnny Depp figuró como el rostro central de la historia, mientras que Armie Hammer lo acompañó como su compinche en el oeste. El largometraje fue producido con un enorme presupuesto de 215 millones de dólares, mientras que su recaudación en taquilla apenas alcanzó los 260 millones.
Después de dirigir Rango, Verbinski se involucró en la dirección de El llanero solitario en 2013. Hammer, quien apenas venía del éxito de Red social, echó su carrera por la borda al protagonizar este western que continúa considerándose como uno de los peores en la historia; sin embargo, fue nominada a dos premios Oscar: Mejores efectos visuales y Mejor maquillaje y peluquería.
La película también sobresalió en las nominaciones de los Premios Razzie en 2014, pero si jamás has visto El llanero solitario, la historia sobre un nativo americano y un policía blanco que unen fuerzas para eliminar la corrupción y contrarrestar la codicia en el oeste, recuerda que la encuentras disponible en el catálogo de Disney+.